Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Broncas y mofas con premio

Las comparecencias parlamentarias y en los tribunales

Broncas y cachondeo en las comparecencias parlamentarias y en los tribunales. Este es el panorama al que estamos asistiendo, ¿sorprendentemente?, casi cada día. Empecemos por las deplorables y consentidas reprimendas de los investigados a los investigadores. Ejemplos tenemos variados y televisados.

Casi nos habíamos olvidado de las comparecencias de la familia Pujol en el Parlament cuando llegó Rodrigo Rato al Congreso de los Diputados. Y es que ya aguantamos todo en el mundo de la política. Si Jordi Pujol riñó a los parlamentarios catalanes cuando fue convocado, tras varias burladas citaciones, a comparecer ante los representantes de los ciudadanos y contribuyentes de Cataluña para responder sobre su presunto fraude fiscal prolongado, no fue menos la reprimenda que el expresidente de Bankia les lanzó a los comisionados de los partidos en su investigación sobre la Administración central y la salida a bolsa de la antigua Caja Madrid.

El expresident de la Generalitat, que durante más de dos décadas recibió el trato de Molt Honorable, no solo se negó a responder a unas cuantas preguntas sino que empleó una actitud desafiante ante los parlamentarios catalanes. También utilizaron un tono despectivo y nada correcto su mujer Marta Ferrusola y los hijos de ambos, que fueron llamados para aclarar sus presuntos escamoteos a la hacienda de la comunidad.

Y en días pasados, en el turno de su comparecencia convocada por el Congreso al exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar, Rodrigo Rato Figaredo, no solamente este utilizó un tono despectivo con los distintos representantes de los partidos sino que en algún caso abroncó a los diputados, despreció sus preguntas y hasta pidió que se disculpase a alguno de los interrogadores. En ambos casos, los investigados emplearon conductas inadmisibles en unas cámaras que representan al pueblo soberano.

Respecto a las vistas judiciales ha habido hechos parecidos y bochornosos en varios procesos. Desde malas contestaciones a dudosos comportamientos durante los interrogatorios. Y, aunque en ciertas tertulias se tomó casi a broma alguna situación curiosa, no dejó de ser bastante anómalo que un investigado pida levantarse para buscar un refresco o tome a cachondeo el tono de ciertas respuestas. Recordemos las comparecencias de varios de los implicados en el caso de las "tarjetas black" de Caja Madrid-Bankia con respuestas malhumoradas y destempladas hacia las preguntas de la fiscalía o de diferentes letrados.

El caso más reciente sobre comportamiento de los encausados es el de la vista pública de la trama Gürtel en la Comunidad Valenciana. Tras una década de investigación sobre la presunta corrupción en las gestiones económica y electoral del Partido Popular, el acusado Francisco Correa reprendía al aparato policial y judicial por denominar el caso como "Gürtel", nombre que no le gusta porque él es Correa, en castellano y no en alemán. Luego bromeaba con el tribunal para que le permita levantarse a recoger una cocacola que le guarda su abogado defensor. Y, siguiendo con la broma, solicitó también con cierta rechifla al presidente de la sala que le permitiera ir al servicio porque "con tanta cocacola" no resistía las ganas de orinar. Para mayor burla, el acusado Correa le corrigió a la fiscal que le interroga diciéndole que debía cambiar la pregunta porque así le respondería con más detalles sobre la materia en cuestión. Y tras Correa llegó Álvaro Pérez, "El Bigotes", en el mismo plan.

Para colmo, se negocian rebajas penales si los acusados "descubren" presuntos delitos cometidos que la investigación no alcanzó a detectar. ¡Reírse o abroncar tiene premio!

Compartir el artículo

stats