Esta semana, la Fundación FEDEA, de la mano de Ángel de la Fuente, publicó una estimación muy interesante sobre cuál sería la consecuencia financiera de extender el sistema de concierto o cupo a todas las Comunidades Autónomas. En particular, se trataría de sustituir el actual sistema de régimen común por uno de concierto generalizado, manteniendo constantes los recursos netos de la Administración central y suponiendo que la contribución de cada Comunidad a la financiación de la Administración General del Estado se hiciese bien en función de su riqueza (PIB), bien de una combinación a partes de iguales de la riqueza y la población. Los principales resultados para Galicia aparecen en el cuadro adjunto.
El sistema actual proporcionó 7.205 millones de euros en 2015. Con un sistema de cupo en las condiciones mencionadas y suponiendo que la aportación de Galicia a la caja común fuese según su PIB, perderíamos 1.387 millones. Esto sería el 20% de los recursos: uno de cada cinco euros de los que percibimos. Si la contribución de Galicia fuese en parte por PIB y en parte por población, el negocio sería incluso peor. Perderíamos 1.640 millones de euros; casi uno de cada cuatro euros que nos brinda el sistema actual.
Con estos números en mente es difícil pensar en que Galicia deba remar a favor de extender el sistema de concierto. Un sistema de hecho rarísimo en el Mundo, incluso en los países federales.
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*Director de GEN Universidad de Vigo)