El término medio está claro que para los políticos es una aplicación que no viene de serie ni es una aplicación a instalar en el intelecto. Es por eso que o todo esta rematadamente mal o, por contra, es de lo más guay, con ajustes de luminosidad que llegan a dar el pego. Aunque hay que reconocer que en algunas cuestiones la verdad es que las cosas no están mal, sino lo siguiente. Y que decir de las contradicciones. Lo que ayer era blanco, unas horas después se convierte en negro . Pero no pasa nada, siempre se pueden alquilar argumentos para sostener una postura tan cambiante como impropia de los que quieren parecer buenos a sabiendas de que en el cajón guardan el carbón de los magos por ese comportamiento que se prolonga en el tiempo. Son las mutaciones políticas que tienen populares y socialistas, con alumnos muy aventajados, sobre todo cuando se trata de pillar cargo y mando en plaza. Se refleja tanto en la actividad política con la orgánica. Los último acontecimientos así lo demuestran, por lo que se traslada a los ciudadanos es la imagen sombría de una realidad que oscurece un futuro por escribir. Aunque para escribir está la jefa de la Policía Local, menudas misivas se gasta, propias de otros tiempos para olvidar y desterrar. Y que decir del concejal de Seguridad, ese cartero que puede llamar hasta mil veces, y dar lectura a todo lo que le pongan. Otros, rompieron amarras al proclamar eso de búscate otro perro que te ladre...