Curiosa la estampa del alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, haciendo cola en el local de la UTE para pagar el recibo del agua. Será que no lo tiene domiciliado o que acudía a cumplir el recado de algún allegado poco dado a las domiciliaciones, pero la instantánea le debió resultar curiosa a los encargados de cobrarle y a los vecinos que coincidieron en la cola. Me cuentan que alguno incluso pensó que acudía con escolta, cuando en realidad aprovechaba para agilizar su apretada agenda. Se supone que el recibo del "rodaje" sí lo pasará por el banco, pues su importe no es como para ir con el dinero en metálico...

¿Los servicios de un edificio público son de uso libre?

Compleja la cuestión que nos asalta al saber que una vecina de Cangas no obtuvo el visto bueno para poder utilizar los urinarios de un edificio de titularidad municipal en régimen de concesión. Menos mal que siempre se puede recurrir a otros amables hosteleros de la villa en caso de apuro. Visto lo visto, no estaría de más ir delimitando este tipo de situaciones para que los ciudadanos conozcan bien sus derechos.