Cuando se habla de ambiente navideño, desde un punto de vista meteorológico, se suele referir uno, no sólo al invierno y al frío, sino también a la nieve y a las heladas que tiñen el paisaje de blanco. Este manto níveo parece que encaja mejor con la tradición del Papá Noel, que viene en su trineo volador desde las heladas tierras del Norte de Europa.

Pero hay otro ambiente navideño de tipo social, que se vive en las familias, en los colegios, en el trabajo y se manifiesta en las calles, en forma de alegría, de villancicos, de participaciones de lotería, de iluminación colorista, de abetos engalanados y calles iluminadas, de escaparates llenos de juguetes, de mazapanes, turrones y todo tipo de viandas que incitan e invitan a las tradicionales y opulentas cenas y comidas familiares. A través de la tele, la Navidad también se mete en las casas en forma de anuncios de cavas espumosos, de mundos dorados, de esencias y colonias mágicas, de películas infantiles y sensibleras, con los consabidos mensajes de Paz y Bien, bajo el pretexto descarado de una invitación al consumo.

La Navidad es sinónimo de Alegría, de Paz, de Bien, de Felicidad, de buenos deseos y también de celebraciones religiosas y familiares. En nuestra Navidad, además de montar los consabidos belenes, para recordar la llegada del Niño Jesús, que es lo que realmente se celebra en estas fechas, es tradición que los coros populares, los colegios, las escuelas y, en especial, los conservatorios y escuelas de música, a través de sus agrupaciones, canten a la Navidad en iglesias, teatros, auditorios y también en las plazas de las ciudades. Los temas de estos conciertos son los villancicos tradicionales, propios de nuestra tierra gallega, pero también de otras regiones y países. La música, portadora de alegría, no puede faltar pues, en ninguna celebración navideña. Se podría decir, sin temor a equivocarnos, que mientras las calles y las casas se visten con luces de colores, la música ilumina con melodías populares a los pueblos amantes de la misma, como es el caso de Silleda.

A los profesores y directivos de la Escuela de Música Municipal de Silleda, en cuanto se acerca la Navidad, se le acumulan las actividades, ya que supone el final de un trimestre lectivo y, en estos últimos días del año, han de realizarse las audiciones y el ya imprescindible concierto navideño.

En las audiciones, los alumnos habrán de realizar unas pruebas, sobre el escenario, que evidencien los avances obtenidos. Han de demostrar sus habilidades instrumentales y conocimientos adquiridos, ante familiares, amigos y desconocidos. Al mismo tiempo, esos mismos alumnos actuarán en el concierto, que se convierte así, además de un acto festivo, en una evaluación pública ante el pueblo de Silleda. El concierto o festival de Navidad, ni que decir tiene, es una de las actividades más esperadas durante todo el año. El logo de la Banda, Silleda, pobo e música, se convierte en una realidad. Todo el pueblo, apoyando a su banda, se disputa una entrada para no perderse las genialidades que, con sorpresas incluidas, se repiten cada año.

Los comienzos

Los primeros conciertos de Navidad, en los años noventa, se celebraron en la época del Maestro Manuel Molinos y tuvieron como escenario la iglesia parroquial. En alguno de estos años, en el concierto colaboraban la Banda y la Coral Polifónica Trasdeza. En 1998, bajo la dirección del Maestro Javier Viceiro, se celebró un concierto extraordinario de Navidad en el Auditorio de la Semana Verde, en el que participaron como invitados el Orfeón do Porto de Portugal, la Coral Polifónica Trasdeza y la Banda Municipal de Silleda. A partir de esas fechas se celebró con regularidad cada año y dedicado a un tema específico.

El de 2004, con el Maestro José Luis Represas, estuvo dedicado a la zarzuela y en él participaron los alumnos de la escuela y con los componentes de la banda, además de dos solistas de primer orden: José Antonio Campo y Sandra Míguez. Todo un éxito que inició el camino seguido hasta nuestros días.

Fue a partir de 2007, bajo la dirección de Rafael Agulló, cuando este concierto se convierte en un hito de la escuela y en un referente cultural de la comarca. En palabras del maestro a la prensa, "este concierto es un acto indispensable en la cultura trasdezana, a la par que un reto organizativo y creativo, porque los precedentes hacen que cada día sea más difícil innovar y sorprender". La base de este concierto es presentar al público nuevas ideas y proyectos musicales y educativos, con el fin de involucrar a la ciudadanía. Se pretende que la agrupación musical no solo mantenga su actividad, sino que sea un elemento identificador del pueblo de Silleda. Diseñado minuciosamente por el director de la EMMS y la junta directiva, presidida por José Herminio Gómez Frade, en él participan los alumnos de la escuela, el coro y las tres bandas, así como una serie de grupos o artistas invitados.

A modo de ejemplo, sirva recordar que en la Navidad de 2013, se presentó el espectáculo O Pozo da Lúa, en colaboración con el grupo belga Live Silhouette Animation y el actor Sergio Zearreta. En diciembre de 2015, Xoldra na Eira se convirtió en un magnífico espectáculo musical, en el que actuaron las bandas de Silleda, la de gaitas de Forcarei, Voces da Terra y los músicos Iván Costa y Uxía Senlle. Fue un espectáculo multidisciplinar donde se amalgamaron, a través de una historia, canciones nacidas en el pueblo, con interpretaciones de las bandas asistentes, coros y bailes.

De Disney al Circo

En el concierto del pasado año, con un éxito impresionante y presentado por David Valuja, la Banda de Silleda rindió un emotivo homenaje a la persona de Walt Disney, a su obra y a su música. Con el título Disney en concierto, se interpretaron nueve temas musicales de la película Mary Poppins, Los Increíbles, temas míticos de Mickey Mouse o de la cercana Piratas del Caribe. El repertorio incluyó la proyección de imágenes de los personajes animados y la participación en vivo de los solistas Natasia Zurcher y Dani Sierra.

La presente edición, bajo el título Música de Circo, pretende homenajear al circo y, en concreto, a aquellos entrañables personajes sin los cuales el circo no se concibe: los payasos. Música y circo, como partes integrantes del mismo espectáculo, se necesitan y se complementan. El circo necesita de una música, propia o adaptada, para acompañar cada una de sus actuaciones, a modo de una banda sonora de cine. Esta música ha de ser diferente cada actuación. La tensión y emoción del trapecio (con los redobles) el misterio de un mago, los gags cómicos de los payasos, el desfile de troupe... necesitan una música instrumental diferente. La música se convierte en cómplice del espectáculo, potenciando la tensión, el misterio, la alegría y la diversión. Las palabras Circo y Alegría, al igual que Navidad y Música, aparecen siempre unidas. Y en este año, el Concierto de Navidad pretende precisamente eso: aunar en una sola actuación la Alegría del Circo a través de la Música y de la actuación de los Payasos. El espectáculo está garantizado.

El hilo conductor de este año gira en torno las andanzas e ilusiones de un voluntarioso payaso, al que las cosas -como era de esperar en su papel- no siempre le salen bien. La puesta en escena de variados números circenses, abarcan magia, malabares, mimo, ilusionismo, etc., acompañadas de un popurrí de música en vivo a cargo de la banda, seleccionada exclusivamente para este espectáculo. Un final apoteósico cerrará el concierto.

Este Circo Musical contará con actores profesionales de la empresa Barafunda Animación, de Vigo, quienes llevarán el peso de la parte teatral. Sobre el mismo escenario, junto a las bandas y alumnos de la escuela, actuarán miembros de la sección local de Máisquedanza. Y para que todo salga bien, un año más, las empresas gallegas Coas Mans Artesanía y Odaiko Krea SL se encargarán de la decoración del escenario y de la producción, respectivamente.

Estamos ante una cita popular, ante un clásico que ya no puede faltar en la villa por estas fechas y en el que los asistentes, también colaboran con su apoyo y una módica aportación económica, que hace posible este magnífico espectáculo cultural con el que se cierra el año natural. Van pasando los años, se van sucediendo, una tras otra las fiestas navideñas y, a pesar del paso rápido del tiempo, que todo lo desgasta, esta cita anual del concierto sigue creciendo en ilusión, en alegría, en calidad y también en cantidad de espectadores.

Esta actividad organizada por la dirección y la junta directiva de la EMMS, cuenta con el inestimable apoyo del Concello, de la Fundación Semana Verde de Galicia, de la ANPA Musiquiños y de la Asociación Amigos da Banda. Con ella y con la posterior cena de Navidad de todos sus componentes, se pone punto final a las actividades de 2017 de la Escuela y de la Banda Municipal.

Feliz año 2018.