Faro de Vigo

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Donde dije "digo" digo Diego

Si queréis evitar en Reyes el tópico regalo de la corbata yo os propondría un libro, " En defensa del error", de Kathryn Schulz, sobre el arte de equivocarse, que es una disertación divertida y filosófica sobre por qué el error es nuestro rasgo más humano, valiente y atractivo. Yo, por ejemplo, por hablar solo de días navideños, le cambié el otro día el apellido a Horacio Gómez y le endilgué un Pérez cuando escribía que sus blancos Altos de Torona y tintos Regina Expresión iban a ser, junto a los "riberas" Carmelo Rodero, de Tomás Fernández. los vinos de mi mesa. Bueno, tendrá que agradecerme mi amigo Horacio que por un día le haya convertido en otro rebajando el cansancio que todos tenemos de ser nosotros mismos, lo que no evitó que mi otro amigo, el hostelero Guillermo Herrero, me escribiera choteándose de esta manera: "Si gómez de esta fruta, perez-erás". Yo le contesté que a ver si un día me felicitaba por mi prosa y no me criticaba por mi prisa. Al día siguiente, hablando de una comida en su casa de Tui, al cosechero Julián "Canónigo" le rebauticé como Javier, con lo cual escribió desde Salzburgo que se había enterado, porque le habían enviado mi columna, que un tal Javier era el dueño de su "bodeguilla", marido de su mujer Mona, dueño también de sus viñedos... Bueno, Julián ¿y el morbo que da cambiar de personalidad y de pareja unas horas, aunque tan poca falta os haga? ¿Eso no cuenta?

Eugenio, Barreiro y el de Pedrín

Me encuentro por el casco vello en animada, amistosa y navideña tertulia a José María Barreiro, Eugenio González de Haz y Miro Carballo. Vienen de "Pedrín", donde disfrutaron unas maravillosas ostras y almejas salvajes de la ría de Arousa, que están en su mejor época del año, regadas con un albariño espumoso edición limitada. Barreiro dice que solamente deja su paraíso de Bueu, Cela, por dos razones, los amigos o unas tentadoras viandas, y en este caso coincidieron. Plenamente recuperado de algún achaque a sus 70 tacos, y de vuelta en el estudio. Miro Carballo me dice que ha tenido que aplazar su inminente exposición para primeros de año nuevo, dado que su "Ostras Pedrín" lo ha retenido más de lo previsto, y Eugenio González, dispuesto a mejorar aún más su handicap golfista, ya que su grupo empresarial va viento en popa en manos de sus herederos y le sobra tiempo para torneos como difícil rival. Disfrutad malditos...

Un adiós a Quique Terré

Y que no tengo más remedio, porque el corazón lo dicta y a muchos vigueses amigos suyos le interesa, que echar de menos a Quique Terré, porque se nos fue en la madrugada de anteayer y ayer le despidieron en Pereiró. Lo sé por sus hijos, Iria y Enrique, y supongo que sus nietos Hugo y Nicolás, a los que tanto quería, le echarán mucho de menos, como lo echarán muchos amigos suyos, Iván y Esther de ese restaurante "Gallinero" en que comía, Chicamen Romero Fadrique, Javier Briones, Elena Andrade... Era ingeniero de origen pero en realidad artista pintor como su padre, el laureado fotógrafo Ricard Terré, dibujante bohemio y soñador, segundo hijo de 7 hermanos. Firmaba como Tequila por su nombre y apellidos, Quique Terré Alonso, y tenía una tarjeta de visita que decía que era riquiño y facilón. Muy buen anfitrión, hacia cenas para sus amigos, invitaba a todo el mundo para que se conociesen... Pintaba cuadros con pasteles, a veces con ceniza de los ceniceros. ¡Qué pena la marcha de hombre tan singular, querido y cordial!

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