Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

La sensatez

A pesar de que stricto sensu no se pueda hablar de una idea original, pocos discutirán que la de la Consellería de Educación de extender, aunque -como es natural- de una forma diferente, a la universidad el concepto de la FP Dual, es útil. Y como lo que en definitiva lo que importa de las ideas no es tanto que sean o no originales sino que resulten -citando al autor- apropiadas para resolver problemas, parece justo reconocer que ésta puede, y debe, contribuir a reducir uno de los peores que tiene planteados el país: el paro o el subempleo entre jóvenes en edad de merecer otra cosa.

En síntesis, lo que se propone desde la Xunta es la elaboración de una especie de mapa de necesidades y oportunidades de tipo laboral para que las titulaciones universitarias puedan ofertar una especie de mapa de aquello que más necesite el mercado y por tanto los titulados accedan con menor dificultad no solo a las actividades para las que se preparan, sino en unas condiciones diferentes a las de ahora precisamente porque se forman de modo específico para ello. Y eso, a la larga, es aprovechar bien la inversión pública que se hace.

(Queda dicho que la idea para la universidad se parece a la que se alumbró para la FP porque, al margen de las explicaciones más técnicas, buscan prácticamente lo mismo: una suerte de estudios casi prêt a porter que atiendan las auténticas necesidades mercantiles y de ese modo no solo reduzcan el desempleo, sino que contribuyan a combatir otro de los grandes males: la desigualdad. Porque si bien es cierto que quienes fijan los salarios son los empleadores, no lo es menos que se reducirán las distancias con puestos que encajan bien en las plantillas).

Quien esto escribe es consciente de que la idea de don Román Rodríguez y su equipo busca, además de lo que se ha expresado, un más rápido fortalecimiento práctico del papel de la universidad en el medio por y para el que tiene que servir, que es el conjunto de la sociedad. Y eso también es bueno porque aunque se ha avanzado mucho en ese terreno y hace tiempo que el "alma mater" ha dejado de ser una especie de coto privado o de laboratorio para la teoría, las exigencias actuales son distintas y precisan más de la presencia de la enseñanza superior en todos los asuntos de la res pública y privada. Así que aleluya.

Por cierto que, aprovechando el antiguo dicho sobre la oportunidad, para que el río del saber -aunque suene un poco cursi- pase por donde debe y se nutra no solo con afluentes de la Administración sino de cualquier fuente legítima, puede parecer muy válido que se pregunte -otra vez- sobre la Ley del Mecenazgo y su aplicación efectiva. Porque buscaba precisamente eso, la aportación de dinero particular para mejorar la practicidad y formación universitaria, pero hay pocos datos acerca de cómo está el asunto. Y sin ánimo de interrogar a los responsables del área educativa, sí vendría bien una explicación; no para refutar una crítica que aún no existe, sino para cumplir lo que es el meollo educativo: explicar -bien- lo que no se sabe.

¿Eh??

Compartir el artículo

stats