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Tribuna Libre

El progreso de Marín y el puerto

Días atrás este periódico publicó un reportaje sobre el Puerto de Marín. El mismo presentaba muchas coincidencias con un artículo de Manuel Torres, también aparecido en este rotativo unos días antes, bajo el título: "El Gran Puerto de Marín". En ambos se hacía hincapié en el notable incremento del número de empresas y movimiento experimentado desde que José Benito Suárez ocupa su presidencia.

Refiriéndose al puerto, me decía un amigo marinense que de momento únicamente es movimiento de contenedores por grúas. El mismo reportaje hablaba del estancamiento de otro tipo de mercancías. Ahora bien, debemos reconocer que en la actualidad el puerto tiene un movimiento en progresión, razón por la cual coincido con Manuel Torres en reconocer que el actual equipo de la Autoridad Portuaria encabezado por José Benito Suárez está funcionando. Pero no debemos olvidarnos de las empresas que han apostado por aquel y hoy Pequeño Gran Puerto, caso de Ceferino Nogueira y Pérez Torres, quienes fueron los primeros en apostar por Marín.

El pensar de mi amigo marinense es el de muchos vecinos nacidos en Marín, entre los cuales me incluyo, y echamos de menos aquel antiguo y romántico Marín. Creo que ya he contado alguna vez haber nacido a unos 50 metros de la Alameda y que mi abuelo me llevaba a pasear a los jardines y caminando me contaba: "Cando eu estaba de concellal con Ezequiel Massoni fixemos o actual edificio do Concello, o labadoiro do Souto, a Praza de Abastos e tamén esta Alameda. Fixémola un pouco máis alta que a estrada para que fose como un balcón sobre o mar". De esta conversación a nuestros días pasaron 75 años. Pero como todos sabemos, el progreso se impone y el estómago no sabe nada de romanticismos.

También es de recordar, como dice Manuel Torres, que en el camino hubo muchas zancadillas, pues algunos no se daban cuenta que no se trataba únicamente del progreso de Marín, sino también del de su entorno y del país. Pero debemos olvidarnos de las zancadillas y reconocer que Marín lo sacrificó todo por el puerto. Por esa razón ahora tenemos en la entrada de la villa un elevado tránsito de camiones, humos de los barcos y grúas. Y esto es un palo para el turismo, pues cuando un turista visita una ciudad procura escapar de grúas y camiones y debemos pensar que el turismo tiene futuro en Galicia pues cada año va en aumento.

Marín tiene materia prima que ofrecer al turismo, como son, entre otras cosas, las mejores playas de la Ría, arte rupestre, el Castro de Subidá, dólmenes en el Lago de Castiñeiras y desde este lugar las mejores vistas de las rías. Todo esto si está bien adecentado. Por esta razón, si queremos que la industria del turismo progrese, deben mojarse las administraciones correspondientes: Ayuntamiento, Diputación, Xunta.

En el centenario del Puerto de Marín alguien dejó una frase para el recuerdo: "No debemos olvidar que detrás de un puerto hay un pueblo". Y en ello va la responsabilidad de las autoridades correspondientes.

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