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Una ciudad lineal jardín como alternativa

Una coincidencia feliz irrumpe en el urbanismo de Vigo al coincidir dos disponibilidades históricas

Una coincidencia feliz irrumpe en el urbanismo de Vigo, van a coincidir en el tiempo dos disponibilidades históricas: el ya imparable logro de un tramo urbano de la AP-9 que hasta ahora entra con el rango de autopista hasta el corazón de la ciudad y la cesión de las vías abandonadas del acceso ferroviario (consecuencia del doble túnel). Serán un fruto de la presión ciudadana y, a la vez, un fruto incomprensiblemente tardío.

El privilegiado pasillo geográfico noreste (camino real incluido), con el crecimiento de la ciudad, llegó a convertirse en una doble canalización terriblemente hermética, que dividió Vigo Este. Protecciones, muros, rejas, taludes, con el fin de dejar fluir sin interferirse tren y autopista, dieron lugar a unos bordes marginales, degradados. En consecuencia, la ciudad limita ahí con capas de murallas impenetrables.

La ciudad situada a un lado y al otro de esas dos canalizaciones apenas interactúa a pesar de tocarse físicamente. Y así, perduran distantes en la convivencia urbana. Pues bien, para el entorno de La Travesía de Vigo, que emana de la N-552 y la rúa Sanjurjo Badía que emana de la PO-323, llegan nuevos tiempos y se abren interesantes posibilidades. La posibilidad de diseñar el modo de integrar dos de los barrios más populosos y característicos de Vigo.

Calles y caminos, la red viaria contigua a las vías del tren abandonadas y a la autopista, ofrecen un mundo posibilidades cargadas de sugerencias topográficas restauradoras, tanto las longitudinales, rúa Mestre Chané o Camiño da Vía, entre muchas otras, como las vías transversales, bien sea la Avenida de Buenos Aires, la rúa Coutadas o la rúa Robleda. Para todas ellas, la reversión de las vías y la no autopista, suponen un suceso extraordinario.

También, en relación con frenar la autopista urbana, en 1986 se derribó el "scalextric" de la rúa Lepanto. Como consecuencia lógica se construyó el nudo de Isaac Peral (el primero arterial) buscando ya un primer cinturón. Así, en aquella hora, se empezó a consolidar un nuevo modelo de ciudad. Hoy, con la obligada remodelación del nudo de la Avenida de Buenos Aires (símbolo del tramo urbano), junto con la disponibilidad de las vías, cabe anunciar que un nuevo modelo de ciudad puede hacerse realidad en Vigo Este.

En concreto, ahora, va a ser posible elevar el entorno de esas redes de comunicación (de modo natural lineales) a la condición de ciudad, de convivencia. E igualmente reconocerle el carácter verde que subyace. Un parque lineal hace ciudad jardín. Rehabilitar y mejorar los tejidos de baja y media densidad contiguos hacen un eje saludable. Construir un espacio para las personas, las bicicletas, el trabajo y el ocio, crea las antípodas de la alta velocidad y la cuchilla de las vías. Reencuentro y pasar página de la segregación.

Los Kew Gardens, uno de los remansos de paz más bello de Londres, convive con el impacto brutal de las ininterrumpidas aproximaciones a las cabezas de pista del aeropuerto de Heathrow. La necesidad de coexistir los contrarios es la grandeza (no el drama) de la densidad urbana. Nadie espere que eliminar las restricciones de la autopista en Teis va a operar, de por sí, un milagro sobre el duro impacto del automóvil en el entorno. El futuro, su proyecto, hay que ganarlo con trabajo y sin más demoras.

De momento no parece que avancemos en esa dirección. Entre instituciones y ciudadanía se cruzan muy pocas palabras sobre qué hacer ahora con ese "metal precioso" de las vías, y con la transversalidad de la "no autopista" en su tramo final. Con esa realidad íntimamente entrelazada que ofrece una posibilidad única (de las que raramente se presentan en la historia del urbanismo), para concretar un proyecto integral, innovador y gozoso, para Vigo Este.

Fallar en la planificación podría echar tanta ilusión a perder. El futuro de ese pasillo natural, histórico, alargado y magnífico, por el que se penetra a través del semicírculo orográfico de los montes que abrazan la ciudad, está en nuestras manos. Una enorme responsabilidad. No es solo fiesta.

*Arquitecto

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