Hace 130 años | 29-11-1887

Llegada de petróleo a Vigo

El Angélica Allama llegó al puerto de Vigo con un importante cargamento de petróleo. Las autoridades portuarias le obligaron a atracar en una zona alejada del centro. El buque contenía numerosos barriles que fueron trasladados a dos almacenes. Se tuvo que reforzar la contratación de trabajadores y también se organizó un servicio de transporte especial para llevar el petróleo a otros lugares. Según los responsables del puerto, era el cargamento más importante de petróleo que se recibía en Vigo. Se esperaban algunos más para los próximos meses.

Los franceses compran vino

El Decano informaba de la presencia en Vigo de destacados empresarios franceses que se dedicaban a comprar vino. Ya habían realizado operaciones con numerosos vecinos de Bembrive, Matamá, Sárdoma y Beade. No se descartaban que también compraran caldos en el Baixo Miño. El vino adquirido sería transportado a Francia en barcos que partirían del puerto vigués.

Hace 100 años | 29-11-1917

Marineros inactivos

Muchos marineros que se dedicaban a la pesca no podían faenar debido a la falta de carbón para sus embarcaciones. En Cangas, Vigo y Ferrol, entre otros lugares, la gran mayoría de los barcos se encontraban en los puertos y sin realizar ninguna labor. El precio del carbón había aumentado de manera importante en los últimos meses, lo que creó un grave conflicto. A pesar de que estaba subvencionado por el Gobierno, los marineros consideraban que era muy caro. Por otro lado, para poder adquirir el producto era necesario depositar antes una fianza, una decisión también muy protestada.

Robos en el centro

Varios vecinos denunciaron robos en sus viviendas, lo que provocó la inquietud en la ciudad y la preocupación en el ayuntamiento. Los ladrones se apoderaron de numerosas joyas y dinero, además de provocar destrozos en numerosas casas. En una de ellas incluso se llevaron una gran cantidad de vino que se encontraba almacenado.

Hace 50 años | 29-11-1967

Condiciones para el transporte urbano

El Ayuntamiento de Vigo inició el proyecto de sustituir los tranvías por autobuses, una iniciativa que fue muy polémica. El pleno municipal aprobó el pliego de condiciones que debían cumplir la empresa adjudicataria del servicio. La presentación de solicitudes sería de 30 días, a los que se debían añadir otros 20 días para analizar la documentación los posibles recursos. A partir de este momento se iniciaría el periodo de adjudicación aunque no se había decidido la fecha definitiva para la concesión del servicio. La tarifa máxima sería de cinco pesetas el viaje. Rafael Portanet, el alcalde, anunció que había empresas de Madrid, Gijón, Ferrol y Vigo que estaban interesadas en el proyecto e incluso desveló que alguna de ellas ya lo tenía muy avanzado. La desaparición de los tranvías estuvo rodeada de numerosos problemas y críticas por parte de la compañía que tenía la concesión. Sus responsables mostraron su malestar por esta decisión del ayuntamiento y recurrieron a los tribunales durante muchos años después. Les dieron la razón parcialmente.