A veces toca la lotería. A Coruña le tocó cuando Amancio Ortega decidió basar su imperio en Arteixo. A Vigo le correspondió antes y dos veces, con la instalación de Citroën y con el arranque de Zona Franca de Vigo (ZFV).

Pero las loterías hay que saber gestionarlas. En el Sur se ha hecho bien hasta ahora. ZFV se ha ido adaptando a las necesidades del entorno de manera poco habitual en un organismo público. Como la agencia de desarrollo local que es, está girando hacia un elemento clave e insuficientemente impulsado como es el emprendimiento y la innovación; ensayando fórmulas que otros después, con inteligencia, hacen suyas. La actual Consellería de Economía e Industria lo ha entendido bien y está cooperando de forma inteligente.

La empresa francesa sigue apostando por la planta viguesa con nuevos vehículos. Y es algo que hay que agradecer con más esfuerzo para seguir aumentando la productividad. Los trabajadores y las administraciones. Pero creo que deberíamos ser colectivamente más ambiciosos y aprovechar ese compromiso y esa presencia de Citroën para dar un paso más y ascender en la cadena de valor de la automoción.

Igual que el Norte de Portugal es un complemento y un aliado estratégico para el potente sector textil gallego, la localización de empresas en el Norte de Portugal será una oportunidad y no un amenaza si somos capaces de impulsar en Galicia actividades de mayor valor añadido en el sector, que exigen más conocimiento, conexión con la universidad, protagonismo del clúster, aprovechamiento del "saber hacer" de ZFV, etcétera.

Con Citroën nos tocó la lotería. Pero podemos invertir esa fortuna para hacernos más grandes y más fuertes.

*Director de GEN (Universidad de Vigo)