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Ceferino de Blas.

Los sesenta años de Mortadelo

Comentaba un teórico del cómic que conoce a alguien de altísima formación y en la plenitud intelectual que, al margen de las exigencias profesionales, ha reducido el cupo de lecturas a dos segmentos: el deportivo y el del humor. Solo le interesan el "Marca" y las historietas de "Mortadelo y Filemón".

El periódico deportivo lo lee para informarse de las vicisitudes del Real Madrid, que es una las pasiones de su vida, y las aventuras de "Mortadelo y Filemón" por salud mental.

De ahí que siempre está a la espera de que se publique una nueva, y en caso de abstinencia vuelve a releer las antiguas, porque le relajan y, sobre todo, le hacen reír.

El experto en cómic sospecha que su amigo, aunque presume de reducir las lecturas a esos dos formatos, no es del todo sincero, pues mantiene una biblioteca con centenares de ejemplares. Opina que persigue un doble objetivo: quitar argumentos a los que blasonan de ser grandes lectores sin serlo y por un sentido lúdico de la existencia, ante tanta tragedia y mala noticia con que martillean a diario los informativos.

Un buen antídoto es la lectura de la más perfecta producción de Francisco Ibáñez, de la que se celebra ahora el sesenta cumpleaños: la increíble pareja de investigadores, formada por "Mortadelo y Filemón". El dúo más insólito jamás creado, desde que Cervantes ideó El Quijote y lo acompañó de Sancho Panza en sus andanzas.

Que hayan llegado a esta edad, que solo alcanzaron algunas de las más afamadas producciones de Walt Disney, y que lo hayan hecho con tal vitalidad, resulta casi un milagro.

Eso significa que varias generaciones de españoles, desde los que ahora tienen setenta años, a los que acaban de cumplir diez, se han enganchado a esos personajes y no los han abandonado.

La popularidad los ha llevado al cine para goce de quienes quieran verlos transformados en tipos de carne y hueso. Y sus peripecias tienen tantos seguidores que las películas son las más vistas de la temporada.

Este éxito nunca se lo imaginó Ibañez, creador de personajes geniales del género del "tebeo", como se denominaba a las historietas humorísticas en el pasado, cuando existía el "TBO", con tipos como "Carpanta", "Repórter Tribulete", "Zipi y Zape", "Las hermanas Gilda" y cuantos hicieron sonreír en tiempos más duros de los que atravesamos. La diferencia entre Ibáñez y los dibujantes que le precedieron es que él innovó, entró en la contemporaneidad.

"Mortadelo y Filemón" son a nuestro país lo que "Asterix y Obelix" en Francia, o "Superman" y "Batman" en Estados Unidos. Encarnan la sociología patria y representan unos prototipos humanos reconocibles. ¡Si hubiesen existido en el pasado, muchos conflictos y pleitos de honor no hubieran acabado en tragedia!

Todos los personajes de Ibáñez son de una gran originalidad. Como "Pepe Gotera y Otilio", que representan al chapuzas simpático. O "Rompetechos". Creaciones que ya van para el cuarto de siglo en los quioscos.

No ha precisado de encuestas para captar la realidad. Le basta mirar al entorno, a lo que tiene al lado, hablar con la gente mientras toma el café. Con inteligencia y observación ha calado al español de a pie. Y ha convertido a sus personajes en prototipos. Quién no dice ¡pareces un Mortadelo o un Pepe Gotera!, en situaciones cómicas o desagradables, porque acaban de estropear lo que venían a arreglar.

Francisco Ibáñez es un historietista genial, uno de esos creadores que nacen cada décadas, capaz de inventar el guión y trazar el dibujo, aunque es tan humilde que desconfía de su capacidad artística. Los Asterix son obra de dos personas, un guionista y un dibujante, Uderzo y Goscinny.

Merece que le erijan monumentos en las plazas de España, como a Fleming por la penicilina. Nadie como Francisco Ibáñez contribuye a mejorar o sostener la salud mental del país.

"Mortadelo y Filemón" tienen valor terapéutico, y ojalá se cumplan los deseos de su creador de poder celebrar los cien años de la pareja.

P.S. Francisco Ibáñez pronunció una conferencia en Vigo. Lo recordó en esta viñeta de una de las aventuras de "Mortadelo y Filemón".

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