"¡Wolfram, wolfram! La diplomacia en la bocamina" (1947), "Caucho a la deriva" (1952) y "Crimen en la frontera" (1957), compusieron una magnífica trilogía sobre aquella Galicia oscura e inquietante de los años 40, a caballo entre el contrabando y el espionaje, que refrendó a Carlos Caba como un magnífico novelista.
Para componer esta trilogía, Carlos Caba dio vida al inspector don César y su ayudante Villita, una suerte de Sherlock Homes y su ayudante John Watson, dos personajes singulares para desenmarañar sus complejas tramas.
"¡Wolfram, wólfram!" resultó una novela de película y enseguida varias productoras se disputaron su adaptación cinematográfica. Caba firmó un contrato en 1948 con Norte Films de Madrid, que encargó su realización a Manuel Mur Oti. Pero el proyecto fracasó a poco de iniciarse el rodaje.
Caba se encontró en 1956 con la concesión del premio El Buscón a "Crimen en la frontera", la novela que cerró la trilogía. La editorial Calenda, patrocinadora del galardón al estilo de Planeta, presentó la obra al concurso sin conocimiento del autor. La sorpresa de Caba fue mayúscula, pero su alegría se tornó aún mayor cuando supo que el premio estaba dotado con 50.000 pesetas, una pequeña fortuna en aquel tiempo.
Aquel reconocimiento provocó una reedición de "Wolfram, wólfram!" y aportó mayor valor a la trilogía completa. Todavía hoy las tres novelas se leen con enorme placer, señal inequívoca de su atractiva temática, tan desarrollada luego y, sobre todo, de la buena pluma de Carlos Caba.
