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la mirada

La factura catalana

| En Marea . La crisis de En Marea es como el Guadiana. Ahí está. A veces se le ve y otra veces se esconde, pero permanece. No remite. Casi catorce meses después de las elecciones autonómicas, no termina de cuajar como alternativa al PPdeG. Y su posicionamiento ante el reférendum catalán puede convertirse en un punto de inflexión. ¿Tiene opciones de ser el recambio del PPdeG en la Xunta una organización que en el Parlamento se sumó al BNG para dar por bueno el resultado de un referéndum ilegal de Cataluña? En Galicia, según el CIS, el 68% de los gallegos no quieren elegir entre España y Galicia porque se sienten tan gallegos como españoles, y únicamente el 4,6% se declara solo gallego, mientras un 5,6% se siente solo español. Un 16,3% se proclama más gallego que español y un 4% más español que gallego. ¿Tiene En Marea suficiente caldo de cultivo para con su discurso independentista afianzarse como segunda fuerza en el Parlamento y poner en un aprieto al PPdeG? ¿SI PNV se atreve a marcar distancias con los independentistas catalanes por qué En Marea se mete en el lío catalán cuando uno de sus propios líderes, el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, reconocía esta semana, que "la relación entre el proceso catalán y la realidad gallega es contradictoria porque los intereses de las naciones gallega y catalana raramente fueron coincidentes"? ¿No recuerdan en En Marea, donde hay mucho exdirigente frentista, que cuando el BNG se proclamó segunda fuerza fue porque entonces Xosé Manuel Beiras apostó por una estrategia de moderación, con un programa de gobierno que proclamó de corte socialdemócrata, y donde la cuestión nacional aparecía como secundaria? ¿Forzó Luís Villares su apuesta por el referéndum para no perder el apoyo vital de Cerna, un organización minoritaria en Galicia y en la propia En Marea pero que fue clave para que el exjuez del TSXG se hiciera con el liderazgo órganico del partido? ¿Se habrá arrepentido ya Villares de haberse metido en este charco cuando ya el propio independentismo catalán confiesa ahora que no había una mayoría suficientemente sólida en Catalunya para la independencia? ¿O piensan en En Marea que la puede haber en Galicia? ¿Piensan todavía que su posicionamiento al respecto les ayuda a ensanchar su base electoral?

| Brecha . Por encima, En Marea está dividida al respecto. Esquerda Unida no comulga. Y Podemos, fuerza que forma parte del Grupo parlamentario en O Hórreo, pero no del partido instrumental, se ha apresurado a marcar distancias esta misma semana con el anuncio de unas jornadas sobre cómo "conectar España", donde se reivindica a Galicia "como uno de los tres territorios más importantes" del Estado. El partido liderado en Galicia por Carmen Santos se ha apresurado a declararse "no independentista" y se propone proclamarlo a los cuatros vientos para que cale en la sociedad, con una ronda por las grandes ciudades. Es un intento también de revertir el último sondeo del CIS, que advierte de que Podemos pierde apoyos por su tonteo con los independentistas, mientras que Ciudadanos se dispara. La decisión del partido morado de dar un paso adelante en Galicia evidencia una vez más la brecha de En Marea. Sus fuerzas conviven, en algún caso casi a la fuerza, pero no están enamorados. Recelan los unos de los otros, y de vez en cuando abren la puerta para calibrar las opciones de volar solos, pero fuera hace mucho frío.

| PSdeG . Gonzalo Caballero ganó las primarias para ser el nuevo líder del PSdeG y fiel a su estilo compuso una ejecutiva repleta de fieles, con solo alguna concesión al grupo que en su momento apoyó a Xoaquín Fernández Leiceaga. Tenía todo el derecho del mundo a proceder así. El mismo que ahora tienen sus críticos o los recelosos de su proyecto a dar la batalla en las provincias. Gonzalo Caballero no tiene manga ancha en el PSdeG. Tiene el respaldo de la mayoría de la militancia pero quienes han detentado el poder no dan un paso atrás y han presentado candidaturas o van lanzarlas en las primarias provinciales. La agrupación del PSOE de Vigo controlaba la provincia, a través de Santos Héctor, y quiere repetir ahora con David Regades. El teniente de alcalde de Vigo parte como favorito frente a Eduardo Reguera, portavoz socialista en Redondela. En Ourense, el exsecretario xeral del PSdeG y exconselleiro de Medio Ambiente, Pachi Vázquez, ha reaparecido para no perder el control de la provincia, aunque el grupo de pachistas es cada vez más escaso. Y en Lugo y en A Coruña, los presidentes de Diputación, Darío Campos y David Formoso, no cederán posiciones tan fácilmente. Antes darán la batalla. Gonzalo Caballero afronta la segunda vuelta de las primarias que le encumbraron como líder del PSdeG en la renovación de los equipos provinciales. Su éxito al frente del PSOE gallego se decidirá en muy buena medida en esta ronda de elecciones internas. Y su mandato será más o menos rocoso en función de si ganan sus candidatos o no.

| Incendios . El Parlamento gallego acordó el martes poner en marcha una comisión especial de estudio sobre los incendios forestales. Objetivo, buscar entre todos una solución al drama del fuego. ¡Ojalá sirva para algo y nuestros políticos estén a la altura del país por una vez! La comisión no debería ser un paripé para que el partido en el poder se centre en la ola de incendios con la que lidió el bipartito de PSdeG y BNG allá por 2006, o para que la oposición busque solo desgastar al PP, quien hace 11 años se negó a participar en una comisión muy parecida porque era de estudio y no investigación. La Xunta se ha puesto la coraza tras un octubre negro en que ardieron más de 49.000 hectáreas, y aunque pone el foco en "el terrorismo incendiario", implicitamente ha hecho autocrítica con la batería de 30 medidas que pretende impulsar para que no se repitan domingos negros como el 15-0. Indirectamente reconoce que hasta el momento no había hecho todo lo que debía. Sería bueno que la Xunta acertara con el diagnóstico y la receta, y que si yerra en el tiro, la oposición le ayudara a corregir el rumbo. ¿Será posible esta vez?

| El tren . El AVE, cuando llegue, no llegará en plazo a Galicia. Llegará tarde. Y la modernización del tren de mercancías, indispensable para la competitividad de nuestros puertos y nuestras empresas, también llegará tarde, si llega. Esta semana nos acabamos de enterar de que la conexión del Noroeste español al Corredor Atlántico se pospone a 2027, y ante el clamor de los empresarios, Fomento ha salido con que aún así el tren de Galicia, Asturias y Castilla y León entre tanto puede optar para su puesta al día a fondos europeos en su categoría de "red básica". Suena a premio de consolación porque ya hay un Corredor Atlántico y uno Mediterráneo en marcha, y nosotros estamos desenganchados. Los primeros en olvidarse de Galicia al planificar la modernización del tren de mercancías en el marco de la apuesta europea por este medio de transporte fue el Gobierno de Zapatero. Al Ejecutivo del PP le corresponde enmendar la plana, pero hasta ahora si ha movido ficha y lo ha intentado, no se ha notado.

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