" Otra vez al orgullo yo recurro, / aunque es cierto que casi ya me aburre/ contestar a un teutón porque discurre, / en la prensa alemana, como un burro. / No sé de dónde saca, el muy cazurro, / los zafios argumentos en que incurre / y habrá quien, con razón, quizá le zurre / si sigue arremetiendo contra el churro". Eso escribió Lope de Vega en defensa del churro y por ese tema crucial empiezo yo hoy porque veo a Jesús Domínguez y su Julia en Don Gregorio preguntándose si les van a llegar los churros, y a los del café aledaño, metidos en igual faena. Y es que son fieles "bonilleros". Desde que tras más de medio siglo de vida se cerró la churrería Bonilla en Marqués de Valladares (a quien tanto le debe nuestra memoria histórica por sus chocolates con churros acreedores de premio "Churrería Mayor de Vigo"), tras abrirla en 1963 Salvador Bonilla, seguido por Blanca Bonila y Juan "el de Bonilla", y quedó solo su local de la calle Cuba, vivimos en el centro momentos de angustia (bueno, es un decir) porque los churros llegan como contados a nuestras cafeterías. Parece que hay un plan de abrir no sé qué churrería en Elduayen, pero mientras os recuerdo lo de Lope de Vega, que escribió al alemán que criticó al churro: "Por menos se ha empezado alguna guerra, / no insista el tontorrón, ni arme camorra / con grosera actitud, falsa y gamberra."
Nemesio Barxa, el vianés
Por si acaso hay que despedirse de ellos, me iré a tomar unos churros al Don Gregorio con el abogado Nemesio Barxa, para festejar además la donación de siete mil libros de su biblioteca al Ayuntamiento de Viana do Bolo, que para algo nació en una parroquia de este concello, la de Caldesiños, aunque sus padres le trasladaran a Ourense a los 6 años, desde donde desarrolló su jurídica carrera. Es el abogado en ejercicio más antiguo de Ourense (no el más viejo) aunque tiene despacho también en Vigo. Pero Nemesio siempre se consideró vianés, como dijo el alcalde de ese pueblo, Secundino Fernández: "Sempre deixó ben patente a súa filiación vianesa".
Vigo es también flamenco
¡Vaya fiesta se montó el sábado en el auditorio municipal con el espectáculo famenco que otro año se vivió en Vigo! Abrió el evento el alcalde Caballero con el concejal Ángel Rivas, que se quedó hasta el final aplaudiendo y jaleando a los artistas. Rivas, se le notó, tiene el cuerpo flamenco. Seguro que Caballero también se quedaría si no tuviera que haberse trasladado a un magosto, pero le dio tiempo a ver al grupo Flamenkeando de Vigo, y moviendo sus cuerpos serranos a María Rial, Susana del Pozo y Sandra Rica. Lleno el aforo, actuó la compañía de Granada. ¡Qué pasión sureña la del bailaor Fran Vilchez, la bailaora María Bertos, la cantaora Alicia Morales y el guitarrista Fermín Fernández, sin que faltara en el escenario nuestro maestro más destacado, Cuchús Pimentel! Luego vino la cena, casi 200 personas bailando sevillanas y con una juerga flamenca que se montó en el hotel Coia, sin que faltara el grupo galaico-flamenco constituido por Rubén, Moisés, Miguel, Isaías ,y David, a los que en agradecimiento a su apoyo los organizadores les entregaron una serigrafía de Carlos Vello. Yo lo que vi allí al final fue un aplauso interminable, la gente levantada en sus asientos.
