El paseo de la parte trasera de las naves de Ojea, en Cangas, cuenta con una valla de seguridad desde hace unos días. Sin embargo, expertos en la materia señalan que tiene que existir al menos una rampa de seguridad en ese borde litoral. Y es que si cae alguna persona no tiene forma de regresar a tierra firme y lanzarse al rescate se convierte en una tarea complicada y peligrosa.
Sin lluvia a la vista
La sequía se agrava cada vez más en la comarca. No hay lluvias a la vista y nadie se atreve a aventurar cuando lloverá. Es necesario extremar la precaución en el consumo de agua.