La universidad privada ha llegado a España. El primero de los gráficos adjuntos muestra la captación de un número creciente de estudiantes. Del 4% en el curso 1994-95 a más del 16% hoy. Y el crecimiento es comparativamente mayor en el caso de los estudiantes de postgrado.

Los datos, que proceden de una publicación reciente del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas en su colección de "Esenciales", muestran también que la distribución de los estudiantes no es territorialmente homogénea. En el segundo de los gráficos se observa que Galicia queda al margen del proceso. Somos de las pocas que no contamos con universidades privadas, y la que tiene un mejor sistema universitario entre ellas. Además, somos los que tenemos las tasas más bajas de toda España. Una interpretación sugerente de todo lo anterior es que la universidad privada no llega a Galicia porque tenemos un sistema público de calidad media más que razonable y que resulta barato para los estudiantes y sus familias.

En todo caso, tenemos margen de mejora. Mi impresión es que lo más necesario es ganar en flexibilidad. En eso gana la privada. Flexibilidad para contratar, para organizar, para obtener financiación privada vía sponsors... Y todo lo anterior, sobre todo en el ámbito de los estudios de postgrado. Seguramente, deberíamos pensar en crear estructuras diferentes para los distintos niveles de enseñanza. Deberíamos aprender las cosas buenas de las universidades para mejorar a las públicas.

*Director de GEN (Universidade de Vigo)