El alcalde de Vigo, Abel Caballero, está que se las pela poniendo luces de Navidad. Aún no llegó Halloween y el primero de los vigueses está empeñado en superar el récord, que no sabemos quien lo tenía. Viene esto a cuento porque en Cangas aún se lo están pensando, olvidándose de que el alumbrado de Navidad es uno de los mayores incentivos que tiene el comercio local. Cierto que en Cangas no se ponen luces en tanta calles y que hay división de poderes entre Iglesia y Concello, pero hay que "mirar" por el comercio local. A ver si este año se consigue, por fin, que se instale la pista de patinaje de hielo.
El otro lado del mundo socialista
Y en Cangas vinieron los socialistas, esos que están apoltronados en Santiago de Compostela, a hablar de presupuestos de la Xunta, de necesidades, a hacer política, en suma. Nos enteramos tarde de que la diputada María Pierres era vecina de Marín, después conocimos su pasado político, con un padre que fue alcalde. Ella conoce el Morrazo, pero alguien debería esforzarse por arreglar la situación que hay en Bueu y en Moaña, por donde sangra tanto el PSOE. Cangas resiste, que es mucho.
