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RITOS DE PASO

Arde Galicia

Hoy quería contar otra historia sobre mis compañeros maristas, sobre nuestro penúltimo encuentro. Pero me resulta imposible. Ellos lo comprenderán mejor que nadie porque hasta hace unos días, estaba ardiendo Galicia -y Portugal, y Asturias, y un trocito de León. Lo comprenderán porque sienten como yo, el daño que se la he hecho a las tierra que nos vio nacer, por la que correteamos de niños y por la que seguimos correteando de mayores.

No recuerdo un año sin fuego en los montes gallegos. Sí recuerdo ver a los primeros e impresionantes hidroaviones contraincendios cargando agua en la ría. Y siempre ha sido así, parece. Ya entonces se hablaba de los pirómanos, de los desaprensivos que montaban sus hogueras y barbacoas en medio del monte, de los intereses especulativos que había detrás de esos incendios? Ahora se habla de terroristas para monopolizar el discurso, para que no quepan otras causas y otras circunstancias. La sequía, fruto de ese cambio climático que se niega, el abandono del medio rural, que ha llegado a alcanzar cotas inimaginables, la falta de personal suficiente para limpiar los montes de manera preventiva. Sé que ha habido focos de incendios sorprendentes, demasiado coordinados en su maldad, citados a media noche y cerca de aldeas, pueblos y ciudades.

"Cando a lumiña aparece/ i o sol nos mares se esconde,/ todo é silencio nos campos,/ todo na ribeira dorme." (Rosalía de Castro) Todo fue horror en los campos, todo fue pánico en las casas, se abrió un abismo en los recuerdos de muchas personas, jóvenes y mayores, que lo perdieron todo, sus fotos, sus animales, sus pequeñas cosas, su ánimo y hasta su miedo. Hay un problema general con el clima en el planeta que crece de manera acelerada, igual que la inconsciencia de los que lo niegan. Pero, además, hay una especie de maldición hacia Galicia: la resignación ante las catástrofes que se podían evitar.

Este verano no se hablaba de otra cosa en Galicia: "la que se nos va a venir encima con esta sequía." Pero nada más. Las gentes han salido poco a protestar por mucho que digan que esto ha sido una especie de "Prestige" de los montes. "¡Que triste!, ¡que hora tan triste/ aquela en qu'o sol se esconde,/ en qu'as estreliñas pálidas/ tímidamente rolosen!" Fueron horas tristes y dramáticas, hubo muertos a los que ya se ha tragado el siguiente titular de los informativos. Así hasta el año que viene.

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