Otro de los aspectos analizados en el Informe de Competitividad de Ardán que edita la Zona Franca de Vigo es la inversión en I+D+i. Un aspecto sin duda fundamental para entender el presente y el futuro de un territorio.

El primero de los cuadros adjuntos recoge la inversión en I+D en Galicia desde el año 2.000 hasta 2.015. Las cifras aparecen expresadas tanto como porcentaje de PIB como en proporción respecto al total español, de forma que podemos valorar el esfuerzo relativo dentro de Galicia como el comparado. Además, distinguimos entre la inversión total, la que realizan las empresas y el resto, que integra, esencialmente, a las Administraciones Públicas y las universidades.

La fase de expansión de la década pasada trajo consigo un avance sustancial en los indicadores de Galicia. Consolidamos puestos en el ranking gracias a la I+D ejecutada por las empresas, aunque parcialmente subvencionada por la administración pública a través de diferentes instrumentos. En 2.007, Galicia protagoniza el 4,2% de la inversión en I+D en toda España, medio punto más que en 2000.

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La etapa siguiente (2.008-2.013) supone un retroceso claro y general, aunque con tempos no coincidentes: los ajustes de administraciones y empresas fueron asimétricos en el tiempo. Globalmente, retrocedimos desde el 1,03% del PIB en 2007 al 0,86% y del 4,2% del total español al 3,6%.

Finalmente, el bienio de la recuperación del que disponemos de datos (2.014-2.015) muestran una leve mejora. El porcentaje de PIB dedicado a I+D aumenta tres centésimas (hasta 0,89%) y el porcentaje para España dos décimas de punto porcentual (de 3,6% a 3,8%). Es decir, que comparativamente tanto empresas como administraciones públicas han incrementado su esfuerzo ligeramente por encima de la media española.

En el cuadro complementario se ofrecen los datos de la "i" pequeña en el trinomio I+D+i: la innovación. En concreto, se refleja el peso de Galicia sobre el conjunto español en el número de empresas innovadoras y el gasto que ejecutan en innovación. El primer valor nos daría una idea de la extensión comparada de la estrategia innovadora en el mapa empresarial gallego y el segundo de su intensidad.

Las cifras para 2.015, las últimas disponibles, son malas. Si la llegada de la crisis se había traducido en una mejora relativa del número de empresas gallegas innovadoras desde la posición de 2.007, la recuperación parece devolvernos a la casilla de salida. De 5,66% de 2007 al máximo de 6,61% en 2.013, y la caída desde entonces, hasta 5,87% en 2.015. Además, la intensidad del proceso innovador sigue cayendo comparativamente. Si en 2.007 las empresas gallegas protagonizaban el 5,30% del gasto, en 2.015 la cifra ha caído a 3,38%, casi un 40% menos. Este segundo resultado contrasta con la leve recuperación en la I+D. La clara mejora financiera y económica de las empresas en habría sido canalizada hacia otros objetivos, como la reducción en el endeudamiento.