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desde mi atalaya

Manuel Torres

Aquel San Miguel

Como hicimos con la fiesta de la Patrona, seguiremos hoy con las de San Miguel para que los más jóvenes puedan hacerse una idea de lo que fueron antaño las fiestas de nuestra villa, porque como se dice: recordar es revivir de algún modo la historia. Y para ello repasaremos algunos de los programas de fiestas de San Miguel de hace años. Y nos encontramos con una gran variedad de festejos, con gran animación, de acuerdo con los programas y lo que contaban en la prensa de la época.

Así vamos a recordar lo que fueron en el año 1923, que fueron calificadas por la prensa de la época, como la "fiesta sonada", y cuentan que fueron unas fiestas concebidas y celebradas dentro de "los más puros cánones tradicionales". Empezando por las tradicionales vísperas en la Plaza de la Constitución con la actuación de la Banda de Música Popular y el Gaitero Marañón, en el transcurso del cual se disparó variados fuegos de lucerío, para finalizar con la tradicional quema de un vistoso castillo de artificio. El día de San Miguel con las alboradas y cohetería, se celebró la misa y seguidamente la procesión con la Danza de Espadas, constituyendo una gran exhibición, con la participación de los mejores intérpretes, que brillaron en su actuación ante el Patrón, finalizando la procesión con el espectáculo de las "maromas", que encarnaban personalidades locales.

Dicen las crónicas que el número fuerte de las fiestas fue la verbena, celebrada en el denominado Paseo del Muelle, con el estreno de una nueva y original iluminación denominada "a la veneciana", magníficamente montada por un popular vecino de la Rivera Mayor, por lo visto muy experto en estos trabajos. En dicha fiesta animaron la verbena la Banda de Música Popular de la villa y la Banda Municipal de Pontevedra, según dicen: "generosamente cedida por el alcalde de aquella capital, Sr. Paz Vidal", para la que hubo que montar un templete de madera entre la antigua casilla de carabineros y la casa que actualmente ocupe el bar"Lelé".

La verbena debió de ser muy animada, a resultas de las informaciones de prensa, pues cuentan que una vez finalizada la fiesta, sobre las dos de la madrugada, espontáneamente se organizó, a modo de apoteosis final, un multitudinario y ruidoso desfile por las calles de la villa, con el disimulo y la complacencia de la reducida y ejemplar Guardia Municipal, desbordada por el entusiasmo y júbilo popular.

Así dicen las crónicas de aquel año de 1923 que se celebró las fiestas más sonadas de San Miguel y que su recuerdo duró varios años. En otros programas podemos leer una deslumbrante iluminación con el "sistema solar", ( que no sabemos a qué se refiere), o la estelar actuación de la orquesta "Sur" que culminaron con un sorprendente fuego de lucerío denominado "Batalla aérea", y en otros se habla de un "Ramo de Fuego". En fin que estas fiestas en honor del patrono de los mareantes, a lo largo de los tiempos, tuvo gran brillantez y multitudinaria asistencia. Así eran "en hilo tempore" las fiestas de nuestra villa. ¡Hay aquellas fiestas de San Miguel!

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