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La CEG de Arias, ni leal ni legítima

Sr. Antón Arias Díaz-Eimil:

Como expresidentes y miembros natos de la junta directiva de la CEG, y como consecuencia de las declaraciones que ha realizado en algunos medios de comunicación, en la que manifiesta que "tras el desencuentro vivido durante las elecciones internas, desde hace cierto tiempo las aguas bajan más mansas de lo que venían" destacando que la "institución ha conseguido normalizar su funcionamiento", nos vemos obligados a hacerle las siguientes consideraciones sobre ellos:

No es posible hablar de que se ha conseguido normalizar el funcionamiento de una institución, cuando a estas alturas del ejercicio 2017, no se han aprobado las cuentas del ejercicio 2016, no nos consta realizado el informe de auditoría correspondiente, no se ha convocado ninguna reunión de Junta Directiva en las que se proponga su formulación como ordenan los Estatutos, ni se ha convocado Asamblea donde deben aprobarse.

No es posible hablar de que se ha conseguido normalizar el funcionamiento de una institución, cuando a estas alturas de año no ha sido presentado el presupuesto del ejercicio 2017, y estamos a escasos tres meses de que se termine.

No es posible hablar de que se ha conseguido normalizar el funcionamiento de una institución cuando se están vulnerando de forma consciente varios de los artículos de los Estatutos de la CEG, entre ellos los referidos al número de reuniones que debe mantener la Junta Directiva (un mínimo de seis al año), la última a la que hemos sido convocados es de 27 de abril, privando así a sus componentes del derecho de ratificar o no los acuerdos en reuniones de Comité Ejecutivo, como es el caso del nombramiento y retribución del Secretario General. Consideramos especialmente grave este hecho, toda vez que pueda traer consecuencias legales para nuestra Organización ante terceros, al estar siendo emitidas diversas certificaciones por parte de una persona que está actuando como Secretario, pero cuyo nombramiento y aprobación de su contrato no se encuentra ratificado por la Junta Directiva, y sobre todo cuando ha dispuesto de tiempo suficiente, más de cuatro meses, para convocarla.

No es posible hablar de normalización de la institución de la CEG cuando usted está ocupando un puesto que se produce por un incumplimiento de un pacto (pacto que alcanzó notoriedad en los medios de comunicación) de consenso de los cuatro presidentes provinciales.

Por último, tampoco es posible hablar de que se ha conseguido normalizar el funcionamiento de una institución cuando, el pasado día 7 de septiembre, y ante todos los asistentes al almuerzo con el presidente de la Xunta y el profesor Ontiveros, ha tenido una falta de respeto institucional hacia nosotros, expresidentes de la CEG, al decir que "después de cuatro años, hoy la CEG ha vuelto", palabras que no solo no son ciertas, ya que la CEG nunca se ha ido y tampoco ha vuelto con usted, sino que demuestran una gran deslealtad y falta de talante por su parte.

La CEG que usted dice representar, ni es leal ni legítima pues se origina en la deslealtad y conculcar la voluntad de consenso que se logró.

Así que le instamos a rectificar de inmediato, tanto respecto a sus obligaciones como al contenido de sus palabras.

Atentamente.

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