Publicaba estos días Faro De Vigo una información sobre la posible ubicación en la parroquia de Baredo (Baiona) de un campo de Golf de 18 hoyos. Debo decir que a día de hoy Val Miñor en su conjunto formado por Gondomar, Nigrán y Baiona es un espacio natural, privilegiado que conjuga mar, montaña y una naturaleza exuberante que permite una excelente calidad de vida y un escenario único para la práctica del deporte.

Cierto es también que la mano del hombre y de algunos alcaldes de nuestra comarca no ha contribuido en exceso a mejorar esos espacios naturales, ordenarlos, racionalizarlos y sacarles todo el enorme potencial que Val Miñor atesora respetando el medio ambiente y un cierto decoro urbanístico a la hora de permitir algunas licencias que han contribuido a deteriorar el perfil costero y despersonalizar una comarca única, pero a pesar de todo Val Miñor tiene un inmenso futuro si se gestiona con sentido y honestidad.

Conozco perfectamente la zona de Baredo que puede albergar ese Campo de Golf. Casi todos los fines de semana camino o corro por esos montes o salgo en bicicleta. Llevo años haciéndolo y siempre que vienen visitantes aprovecho para que los recorran conmigo y admiren unas vistas únicas desde la Groba, Chan de Lagoa, Cortelliño, paseo fluvial de Baredo, Ruta Mágica de los montes de Oya e incomparables parajes que solo los pirómanos y los especuladores han deteriorado.

Entiendo también que es perfectamente compatible y congruente el respeto al medio ambiente que ampare la peculiaridad de la comarca, proteja los acuíferos y no invada la forma de vida de los ciudadanos con la realización de un proyecto racional y bien diseñado que solo cosas buenas puede traer a Baiona y a toda la comarca de Val Miñor generando riqueza, turismo de calidad, visitantes de toda Galicia y Norte de Portugal y puestos de trabajo en un país como el nuestro que precisamente cojea de ese pie en su camino a la recuperación económica.

A día de hoy Val Miñor cuenta con todos los ingredientes para ser un punto de referencia en Galicia. Todos los negocios de hostelería, restauración y servicios que sufren un gran bajón en las épocas de otoño e invierno van a ser beneficiados si las cosas se hacen bien y el talibanismo político no hace su aparición camuflado de ecologismo que no es tal. Ejemplos hay y sin salir de Baiona. El ejemplo más palmario fue el Parking de La Palma que generó una protesta monumental y que el tiempo ha convertido en imprescindible en la época estival sin que en superficie se haya dañado lo más mínimo el paisaje urbanístico. Hoy La Palma es un lugar de paseo, de juegos para niños y jóvenes y acoge en las fiestas de la Villa de Baiona los mismos eventos de siempre con mejores servicios.

Cumple con dar información y exposición del proyecto suficiente para despejar recelos, es necesario pagar lo justo en las expropiaciones y hacer partícipes a los habitantes y empresas de Baiona en ese proyecto y su desarrollo para que el beneficio mayor quede en nuestra comarca y cumple cargarse de argumentos y razones de peso que neutralicen a los del "non" por sistema que piden trabajo y luego ponen palos en las ruedas de la maquinaria que lo crea.