Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna libre

Recordando a Salvador Allende, a los 44 años del golpe militar de Pinochet

El 11 de septiembre del presente año se han cumplido los 44 años del terrible golpe militar fascista, que, con el apoyo de los Estados Unidos y la CIA, inició el infame general Augusto Pinochet en Chile. Derrocado el gobierno democrático de la Unidad Popular presidido por Salvador Allende, político que consideramos como uno de los más dignos de la historia de la humanidad, dio comienzo una de las más negras etapas en la historia del país andino, con una represión feroz e infame, muy parecida a la que ocurrió en la España de 1936, pues existe un gran paralelismo entre ambos golpes de estado fascistas, aun cuando se produjeron con una diferencia de 37 años entre ambos. El número de asesinados, desaparecidos y represaliados es pavoroso. Los que tuvieron más suerte escaparon para el exilio durante años. La dictadura pinochetista, con atentados diarios a los derechos humanos de los ciudadanos, duró de 1973 a 1990, un total de diecisiete años. Y en estos momentos queremos recordar a un político muy digno llamado Salvador Allende, que todos le llamaban "Compañero Presidente" y, especialmente, los trabajadores chilenos.

En la hermosa ciudad chilena de Valparaíso, en el día 26 de junio de 1908, Laura Gosséns Uribe da a luz a un niño que va a recibir el nombre de su padre. Con grande alegría, el abogado Salvador Allende Castro, hijo de madre gallega y esposo de Laura, recibe a su vástago. Sin pensar que en el futuro iba a ser un gran político. En 2008 se celebró el centenario del nacimiento del que consideramos como uno de los más dignos políticos de la historia, tema que se puede apreciar muy bien si escuchamos los bellísimos discursos que pronunciaba, que por suerte se conservan grabados, incluido el último antes de morir. Porque Allende reúne todas las cualidades que el grande filósofo griego Platón pedía para un político. Bondad, rectitud, sabiduría, respeto para los contrarios y opositores, sentido del honor y del deber, valores éticos, anti-sectarismo, altruismo, amor por el pueblo y la ciudadanía, aprecio por la infancia y por el trabajo de las mujeres, ideas claras sobre educación, sobre salud, sobre los derechos humanos, sobre los derechos de los pueblos, anti-imperialista y, entre otras, magistral orador, defensor de la verdad y de los trabajadores. Cualidades que es casi imposible encontrar en alguno de los políticos de hoy en el mundo actual.

La infancia de salvador Allende transcurre en las localidades de Tacna, Iquique y Valdivia, regresando a su ciudad natal en 1921. Cuatro años más tarde termina la escuela secundaria, iniciando los estudios de medicina en la Universidad de Santiago de Chile en 1926. Excelente estudiante, fue también líder estudiantil, y, por ello, tuvo problemas para obtener el título de licenciado en 1931. En el campo político Allende fue uno de los que apoyó el movimiento a favor de la República Socialista en su país, entrando en la cárcel por este motivo por primera vez en 1932. Al fundarse en 1933 el Partido Socialista chileno, Allende es elegido secretario de la región de Valparaíso, y, en 1936, presidente provincial del frente popular del mismo lugar. En 1937 como diputado del PS inicia su carrera parlamentaria. De 1938 a 1940 ocupa el cargo de Ministro de la Salubridad en el gobierno de Pedro Aguirre. En 1943 es elegido secretario general del PS y dos más años tarde senador. Promueve varias leyes (salud pública, seguridad social, protección de la infancia?). Durante varias legislaturas es candidato a presidente de Chile. En septiembre de 1970, como candidato de la Unidad Popular, consigue la mayoría relativa, siendo ratificado como presidente electo el 26 de octubre de ese año, asumiendo la presidencia de la República de Chile el 4 de noviembre.

Reformas sociales y culturales

Las reformas necesarias y urgentes en Chile se inician con su gobierno. En primer lugar la agraria, después la de la nacionalización de bancos y empresas y de la industria del cobre, la de la distribución de un litro de leche diario por cada niño, la reforma educativa y cultural, que fueron tan importantes. Pero que la oligarquía interna y el imperialismo yanqui y británico no podían permitir. Lo que pasó después ya lo saben muchos de nuestros lectores. El derrocamiento de su gobierno por medio de un golpe de estado fascista encabezado por Pinochet, tiene lugar el 11 de septiembre de 1973. Felizmente hoy Chile vuelve a tener una democracia, celebrando elecciones legislativas para su Parlamento con el tiempo que le marca la Constitución. Michelle Bachelet es la actual presidenta a punto de dar paso a un nuevo gobierno con nuevo presidente. Su padre había sido una de las víctimas de la dictadura fascista. Tal como pronosticara Allende, antes de morir, en su último emocionante discurso: "De nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre". Todos los buenos y generosos de Chile apreciaban a Allende llamándole cariñosamente "Compañero Presidente", como ya antes comentamos. Y cuando le preguntaban a su madre Laura si su hijo iba a ser un buen presidente, ella respondía que "si fue un buen hijo, ha de ser un buen presidente".

Durante su, por desgracia, corto gobierno, se realizaron en Chile infinidad de iniciativas positivas. El famoso tren de la cultura que llevaba a todas las poblaciones la música, el teatro, los murales, la canción, el ballet nacional, el cine?en una especie de misión pedagógica como las nuestras de la Segunda República. Las brigadas muralistas de Ramona Parra e Inti Peredo. El trabajo cultural y educativo de los universitarios durante las vacaciones del verano, recorriendo el país de norte a sur. El florecimiento de todas las artes y de las artes populares. El cine y la nueva canción chilena. Víctor Jara, Quilapayún, Los Calchakis, Inti-Illimani, Violeta Parra, Patricio Guzmán, Miguel Littin, Aldo Francia, Helvio Soto?son nombres de cineastas, músicos, canta-autores y compositores que tenemos en la memoria y el corazón. Como también tenemos aquel documental de nuestro paisano Carlos Velo, titulado "Universidad Comprometida", en el que se recoge el famoso y hermoso discurso pronunciado por Allende a los estudiantes y profesores de la Universidad mejicana de Guadalajara. También es muy interesante el documental que Patricio Guzmán realizó sobre la gran figura social y política de Salvador Allende. Cuyos discursos son obras de arte de la oratoria y no tienen el mínimo desperdicio. Su último discurso antes de morir, en el asalto al Palacio de la Moneda, pronunciado a través de las ondas de Radio Magallanes, es modélico. E indicador de la valía humana del que lo pronuncia, de su dignidad y de su integridad. El "Compañero Presidente" no se ha olvidado en él de los intelectuales, de los estudiantes, de los trabajadores, de los jóvenes, de los niños y de las mujeres chilenas. Es decir, de los ciudadanos buenos y generosos de Chile. Confesamos, sin rubor, que nos emocionamos profundamente, cada vez que lo escuchamos.

Allende en sus palabras

Nada mejor que escucharlo en sus propias palabras y frases célebres:

-"¿Para qué recordar aquí que llegan a la escuela muchos niños que no supieron del papel, de los lápices de colores, de los juegos didácticos? (...) ¿Cuántos niños llegan a la escuela sin haber tenido la sensación de una casa, de un hogar? Niños cuyos padres no tienen cómo satisfacer sus mínimas exigencias (...), llegan hambrientos a escuelas destartaladas, donde el maestro se empeña inútilmente para que aprendan con niños que no pueden retener porque su memoria es inferior a la de otros, de aquellos que se alimentaron normalmente".

- "Concebimos al educador como un trabajador social y agente consciente y preparado de los grandes cambios, especialmente en las comunidades más deprimidas, en que el mejoramiento social y familiar es condición de un eficiente trabajo pedagógico".

-"Quiero decirles que tengo confianza en el hombre, pero en el hombre humanizado, el hombre fraterno y no el que vive de la explotación de los otros".

-"Para nosotros, toda sociedad debe ser una escuela, y la escuela debe ser parte integrante de esa gran escuela que debe ser la sociedad; (...) porque pensamos en la escuela abierta, plenamente integrada en los procesos que inquietan e interesan a la comunidad".

-"Porque no hay revolución sin la presencia de la mujer coadyuvando a este proceso de cambios y llevando su dulzura y su firmeza, su decisión y su capacidad creadora.(...) La mujer siempre responde a las necesidades del proceso social cuando ella participa conscientemente".

-"Jóvenes de Chile: ¡ a estudiar, a preparase, a ser buenos técnicos, (...) a tamizar en las ideas y los principios generales, para hacer con ellos una receta justa frente a nuestra propia realidad! ¡A hacer de ustedes una bullente y permanente asamblea de las ideas, al margen de la violencia! ¡Nunca rechazar al adversario, por el solo delito de pensar distinto!".

- "Por eso, el dogmatismo, el sectarismo, debe ser combatido; la lucha ideológica debe llevarse a niveles superiores, pero la discusión para esclarecer, no para imponer determinadas posiciones".

- "La juventud no puede ser sectaria y tiene que entender que pueden convivir marxistas, laicos y cristianos y que hay que respetar el pensamiento cristiano cuando interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo. (...) El maestro de Galilea estaba a favor de los humildes. Y hay muchos cristianos honestos".

- "Nada de dogmatismo, de sectarismo, de tendencia hegemónica. Respeto, camaradería, aprecio, diálogo con las juventudes de otros partidos y movimientos que integran la Unidad popular".

Todas estas frases y palabras de Allende revelan claramente la gran dignidad de nuestro personaje, al que hoy con nostalgia recordamos. Y que no es necesario comentar. Se comentan por si solas.

* Educador Social y Animador Cultural

Compartir el artículo

stats