Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

con otra cara

En serio

Esta vez va en serio. Lo vengo diciendo toda la vida, pero ahora, de verdad, estoy decidida. Voy a aprender inglés. Ya está bien de decirme a mí misma que soy mayor y que solo me funciona neurona y media. Y tampoco es cuestión de seguir esperando a que por fin comercialicen a precio asequible un chip que, insertado en el cerebro, te traduzca la carta del restaurante ese tan recomendado en la guía de viajes en la que, si te sacan de la beer y del tomato, no te enteras.

Me pasa cada vez que salgo al extranjero pero lo de este año ha sido patético. Hasta para preguntar dónde está el baño he usado a mis hijos como traductores porque las veces que he intentado expresarme en esta lengua que, por cierto, he estudiado durante años, o mi interlocutor no me ha entendido o, lo que es más frecuente, no he entendido yo su respuesta. Y es que, mientras que parece que por esos mundos de Dios todo el mundo habla inglés además de su lengua nativa, sigo anclada en el good bye y en el thank you y de ahí no paso.

Como muestra de mi decisión irrevocable de manejarme en la lengua de Shakespeare en las próximas vacaciones, estoy viendo los capítulos atrasados de "Juego de Tronos" en versión original, por supuestos con subtítulos en castellano, pero está claro que no va a ser suficiente con esto.

Dado que no tengo tiempo de ir a una academia, he echado un vistazo por internet a ver cómo se puede aprender a hablar inglés de forma rápida, sencilla y barata y he encontrado de todo: desde quien promete que en dos semanas me manejaré con fluidez, a quien afirma que puedo aprender durmiendo. Hay sistemas de aprendizaje con películas, con canciones, con fichas y con tutoriales; memorizando y sin memorizar; gratuitos y carísimos; tradicionales e innovadores, intensivos y progresivos... Hay quien ofrece un método inteligente, otro uno natural, hay uno autodidacta, otro me dice que voy a aprender a velocidad de la luz y todos aseguran que son infalibles ¡Socorro!

Luego están los que dan eficaces consejos como buscar un ligue inglés, pero ya me da bastante pereza imaginarme ligando como para encima tener que hacer un esfuerzo extra para ponernos de acuerdo sobre si cenamos en un chino o en un italiano. ¿Y qué me dicen de los que aconsejan pensar en inglés? Otro consejo es hablar con la pareja en esta lengua durante parte del día, por ejemplo durante la comida, aunque me temo que la conversación se nos acabaría en la primera aceituna, pero ¿quién sabe? Tampoco creí posible aprender a manejar el ordenador, y aquí estamos.

Compartir el artículo

stats