Tengo particular interés por la vida musical de la Catedral, que ha tenido magníficamente quienes la historiaron como fue mi predecesor don Emilio Duro Peña y los profesores Garbayo que catalogó el archivo musical y Olleros que ha puesto su mirada en los fondos musicales medievales. Naturalmente lo más importante y valioso se puede conocer en sus libros pero sigue habiendo detalles menores, pero al menos curiosos que siendo inéditos me invitan a darlos a conocer como ya he hecho en otras ocasiones. En este caso son cuatro documentos de los siglos XVIII y XIX, cuyo interés está en dar noticias relacionadas con la formación musical que se daba en la catedral y que de alguna manera la convertía en el primer Conservatorio. El maestro de capilla, el organista y a veces el sochantre tenían la responsabilidad de enseñar música, canto o formación instrumental a los niños de coro que ya habían sido admitidos por tener unas cualidades musicales que se consideraban podrían ser de utilidad en el culto solemne de la catedral. La nutrida capilla debía proveerse para su mejor rendimiento de músicos hábiles con la voz o con los instrumentos. La provisión unas veces mediante oposición y otras por buenos informes, que siempre se comprobaba fueran ciertos, despertaba en la vida discreta del pequeño Ourense del pasado, una un verdadero interés. Vemos pues esta documentación que se conserva toda ella en la caja 35/3 del Archivo Capitular.

Un joven trompetista

De 19 de junio de 1723 es un documento curioso, la recomendación que hace el racionero José Monter, músico corneta en la catedral de Oviedo, de un discípulo suyo de quien asegura su valía: "Teniendo noticia de que en esa Santa Iglesia hay falta de músico de dicho instrumento (corneta) pone en la noticia de V. S. I. Como en esta ciudad se halla un muchacho discípulo mío, que tañe dicho instrumento, tiple de chirimía y oboe y en todo bastantemente diestro y contrapuntante, si bien los dos instrumentos de chirimía y oboe no los tiene de suyo por tener cortos medios pero si mereciere la dicha de servir a V.S.I. dará modo para poderlos buscar. Y en cuanto a su vida y costumbres debo decir ser bien inclinado y apartado de vicios por conocerle desde su niñez asistiendo en dicha Santa Iglesia por mozo de coro que es lo que pongo la noticia de V.S.I". El 13 de julio el cabildo respondió diciendo "que teniendo las calidades que expresa traiga los instrumentos y venga cuanto antes a ser oído y reconocida su habilidad se le conferirá la plaza se le dará para el viaje y resuelva cuanto antes." Subrayar lo que era común en todas las catedrales, también en Oviedo, la formación musical. Este muchacho así recomendado dice Duro que se trata de Juan Antonio Álvarez que ocupó la plaza de 1723 a 1737 en que partió para Toledo, siendo así mismo en Ourense una de sus responsabilidades la enseñanza de los niños de coro durante la indisposición del maestro de capilla.

Gratitud a San Martín

Documento interesante de música y devoción a San Martín es la petición que hace el 27 de octubre de 1727 el clarinetista Bartolomé García, que había ejercido este instrumento en la catedral de 1711 a 1715, pasando en ese año a León. Era también, y supone mayor curiosidad, "zirujano" y debió dedicarse a esta profesión cuando regresó a Ourense. Se ofrece gratuitamente al ejercicio del clarín durante seis meses en la catedral, como gratitud a San Martín para reconocerle el favor de una curación, dice así su carta: "Don Bartolomé García zirujano y ministro de clarín que ha sido en esta Santa Iglesia a los pies de V.S.I. dice que Dios le dio una enfermedad que le puso en los extremos de la vida y que en medio de este conflicto apeló a la intercesión y patrocinio del glorioso San Martín patrón de esta Santa Iglesia y reconocido del favor que el santo le ha hecho, intercediendo con Dios Nuestro Señor le diese salud, prometió de servir al Santo seis meses en su Santa Iglesia en el ejercicio de Clarín y para cumplir esta promesa al Santo sólo falta ni que v.S.I. se digne darle licencia para tocar a las funciones que hubiere en esta Santa Iglesia a honra y gloria de Dios y del Santo. Bartolomé García" El cabildo, el 27 de octubre de 1727 dio al suplicante la licencia que pide para que cumpla la promesa.

Maestro Pedrosa

Del prestigioso organista Joaquín Pedrosa Gil, que estuvo al frente del órgano de 1805 hasta su muerte en 1835, destacando como un buen maestro y formador de los niños de coro y acólitos que tenían actitudes musicales, hay repetidos documentos y noticias, algunas las da Duro, de su actividad docente, añado esta desconocida que es el informe fechado el 18 de noviembre de 1828, lo que hoy llamaríamos evaluación, que da a un Cabildo interesado en el asunto, sobre los alumnos que tenía en esa fecha: Dice así: "Por el señor magistral como secretario capitular se me hizo saber el decreto de V.S.I. el que informe de los adelantamientos o progresos de los acólitos y niños de coro en la música. El año pasado lo manifesté a V.S.I. y ahora lo haré con el don de claridad que me acompaña y sin pasión: Ángel Fernández hará un mes le hice tocar el órgano, me ha parecido haber adelantado bastante con respecto al poco talento y la dificultad que hay que vencer en este instrumento, no dudo que adelantará con la aplicación que exige del maestro quien podrá informar mejor que yo por estarle enseñando, a este chico, salvo el dictamen de V.S.I. se le puede dedicar a la trompa instrumento fácil, le enseñará su padre y será útil de este modo a la Iglesia. José Gil, aunque tiene poca voz, es entonada como podrá oír vuestra señoría esta semana por tener que entonar las antífonas esta semana, como es tan chico pequeño no se le puede poner a ningún instrumento por ahora, uno y otro saben música; el más nuevo de los seises tiene primorosa voz, hace un año que se le admitió es tan poco lo que ha adelantado que verdaderamente no se a que atribuirlo si a su tierna das por falta de talento. Joaquín Pereira de hace tiempo le tengo mandado exponga a V.S.I. por medio de memorial que quiere dedicarse al violón; este individuo y los dos Fernández y Gil, su Ilustrísima sabe además que durante el sistema constitucional, no habiendo niños en la Iglesia ni quien pretendiese, a ruegos e instancias mías con descendieron sus padres en que entrasen en la Iglesia, sin lo que se habría carecido de unos ministros tan necesarios en el coro y por lo mismo los creo dignos de la consideración de V.S.I. Riego, Casanova Pulido y Farjas aprovechan el tiempo. Riego aprenderá el órgano, Casanova el violín y con esto doy una razón individual de los acólitos y niños de coro de sus adelantamientos que con tanta ansia desea V.S.I y el exponente todos sus mayores deseos en complacerle y agradarle"

Músicos para las oposiciones

A mediados del siglo XIX, tras las desamortizaciones, empezó sino el declive si las dificultades para la vida musical en la catedral, también para encontrar músicos adecuados que sirvieran para formar tribunal en las oposiciones. Como tenían que ser independientes se buscaban al margen del cabildo y esta es la razón de una carta en la que un músico de la ciudad atiende la petición que le hizo el cabildo de buscar otros con la suficiente calidad que sirvieran para las oposiciones de los puestos importantes en la capilla de música, el Maestro de capilla y el organista. Con esto sabemos concretamente el nombre de los tres músicos que al margen del Cabildo había con prestigio, en Ourense dos y uno en Celanova, el organista un exclaustrado que había ejercido el oficio en San Esteban de Ribas de Sil. Esta es la carta de Laureano Argüelles Toral dando cuenta de sus gestiones con fecha 5 de marzo de 1853: "En virtud del encargo que ustedes se han servido hacerme a nombre del Ilustrísimo señor Obispo, deán y cabildo para que designe persona que sea a propósito para las oposiciones a los beneficios de maestro de capilla de organista con precisa excepción de los que sean parientes de los aspirantes a dichas plazas, de los dependientes de la Iglesia y de los que solicitan aquellos beneficios dice que no encuentra sujeto en esta capital que se haya dedicado a componer música del género sagrado; empero en la parte de ejecución hay en esta ciudad el profesor don Manuel Rey y en la Villa de Celanova el organista de la misma que lo fue del monasterio de Ribas de Sil únicos que conceptúo pueden servir para el objeto que se propone". De ello se deduce una cierta escasez de músicos preparados en este momento con suficiencia como para juzgar unas oposiciones, el profesor Manuel Rey debía tener prestigio ya que repetidas veces será llamado como juez en oposiciones capitulares, igualmente Laureano Argüelles Toral ejerce de juez y debía ser músico seglar también valorado en la ciudad. La importancia que tuvo la música en el mundo monástico lo acreditan los muchos monjes que lograrán beneficios y puestos relacionados con la música en diversas catedrales entre ellas la de Ourense, aquí se menciona a un monje cuyo nombre no he logrado saber que ejerce de músico en Celanova y procedía del monasterio de Ribas de Sil, siendo quizá celanovés .

(*)Director del Archivo de la Catedral y delegado de Patrimonio de la diócesis.