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Luis M. Alonso.

sol y sombra

Luis M. Alonso

Podemos ya es casta

El mundanismo y la corrupción de la izquierda

El líder de Podemos Castilla-La Mancha prometió su cargo como vicepresidente de la autonomía invocando el Manifiesto Comunista de Marx para sellar acto seguido el primer pacto con los socialistas, que consiste en dotar de sobresueldos a los altos cargos de la Administración con carácter retroactivo y vitalicio. De la polémica medida se beneficiarán, entre otros, los 40 nuevos asesores del partido de Pablo Iglesias. Por si alguien lo ha olvidado, Podemos se autoproclamó el paladín de las causas justas que llegaba a la política para luchar contra los privilegios de la casta.

Naturalmente hay que ser muy ingenuo para creerse todo este tipo de cosas que la historia sistemáticamente se ha encargado de refutar desde que la Revolución Francesa, durante el Directorio de Barras, trajo consigo el mundanismo. El mundanismo se convirtió desde entonces en una forma de corrupción prototípica de la izquierda en la que los revolucionarios que luchan contra la aristocracia se corrompen volviéndose igual de elitistas que ella, de tal manera que copian sus mismos vicios y se guardan para sí las mismas prebendas.

El chavismo en Venezuela representa el penúltimo ejemplo lacerante de hasta donde puede llegar en un caso extremo de corrupción mundanista la izquierda revolucionaria y caudillista bolivariana, no sólo en su concepción dictatorial del poder, sino en el enriquecimiento de su clase dirigente y sus conexiones con el narcotráfico. A su vez, los líderes de Podemos que tanto han ensalzado y se niegan a condenar la represión ejercida por Maduro contra su pueblo no han tardado en traicionar el ideario y asumir los peores comportamientos de la Casta que tanto criticaron, dejando claro que aquello era únicamente una burda estratagema para llegar al mismo punto que los demás. La corrupción, por suerte para Rajoy y el Partido popular, no es sólo Gürtel.

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