Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joaquín Rábago.

Sanciones interesadas

Está visto que las sanciones contra un país rara vez cumplen el objetivo declarado y perjudican con harta frecuencia a quienes menos culpa tienen. Pero hay además sanciones interesadas como las decididas por el Congreso de Estados Unidos contra Rusia por su anexión de Crimea y su presunta injerencia en las presidenciales norteamericanas.

Sanciones que causan preocupación entre los europeos, quienes se quejan de que Washington adopte una y otra vez medidas punitivas contra terceros países sin consultar a sus supuestos aliados.

Ocurre que el presidente Donald Trump está sometido a fuertes presiones del Congreso por las sospechas existentes de colusión de su familia con Moscú en perjuicio de la demócrata Hillary Clinton durante la campaña electoral.

Son significativas al respecto las palabras del senador republicano Linsey Graham, que suenan a claro chantaje: "Si el presidente no firma le ley para sancionar a Rusia, traicionará a la democracia".

Las nuevas sanciones inquietan sobre todo a las empresas europeas que tienen relaciones de negocio con Rusia y en especial a las que participan en el proyecto de gasoducto que llevará el gas de ese país por el Báltico hasta Alemania.

En Berlín se sospecha que lo que pretende sobre todo EEUU con las mismas es frustrar el gasoducto conocido como Nordstream-2, para fortalecer las exportaciones a Europa de su propio gas licuado.

Y molesta sobre todo que EEUU decida esas sanciones contra Rusia e Irán, además de Corea del Norte, en lo cual todo el mundo está de acuerdo, sin que se escuche a quienes van a sufrir también sus consecuencias.

De lo que se trata no es tanto castigar al presidente Vladimir Putin o a los jerarcas rusos, sino de beneficiar a las empresas norteamericanas frente a sus competidores europeos, se sospecha a este lado del Atlántico.

"Es un acto inamistoso sobre todo para con Alemania, que está además expuesta a la desconfianza de sus socios de la Europa del Este, comenta el diario muniqués "Süddeutsche Zeitung" en clara alusión a la vecina Polonia.

Los europeos, prosigue ese periódico, "se encuentran en la difícil situación de tener que defenderse por partida doble: frente a las agresiones de Putin y frente a un aliado cuya política exterior está dominada por la interna y que se mueve además por impulsos proteccionistas".

Compartir el artículo

stats