En Galicia y en España tenemos un problema con la burocracia. Abusamos de normativas y controles legales que, en muchas ocasiones, no van al fondo del asunto. El mejor ejemplo lo ofrece el control del gasto público. Cualquier desembolso pasa por unos cuantos filtros en los que, en ningún momento, nadie se interroga si se han conseguido los objetivos que se buscaban o si se podía haber hecho de forma más barata. Por eso, necesitamos reflexionar sobre qué parte de la burocracia y el control aportan un valor añadido y reforzarlo y, en cambio, simplificar sustancialmente lo que apenas proporciona nada en seguridad jurídica, ambiental, laboral, etcétera.

Y lo anterior es particularmente cierto en el ámbito de los negocios. El informe "Doing Business" que elabora el Banco Mundial sitúa a España en una posición mediocre, y a Vigo (como representante de Galicia) mal en la península. Tenemos que actuar en este frente, para atraer inversiones y facilitarles la vida a nuestros empresarios.

Por eso, saludo con interés y optimismo el anteproyecto de ley para fomentar la inversión y reducir la burocracia que esta semana se presentó en el Parlamento de Galicia. Lo que toca ahora es abrir un debate constructivo en el Parlamento, con las comparecencias que hagan faltan, para mejorar el texto entre todos, para hacerlo más ambicioso si cabe. Creo que esto es más importante que hacerlo muy rápido. Un mes arriba o abajo es menos relevante que conseguir el consenso de los partidos de la oposición (al menos de alguno) y el respaldo de empresarios, sindicatos y expertos en las áreas que se abordan en la ley. Porque también en este frente necesitamos trabajar juntos.

*Director del Foro Económico de Galicia