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Dame, Dios, la ubicuidad

Hoy llego a Vigo en el tren de casi las dos y no voy a poder ir a la mayor parte de las citas que tengo. A esa hora me iré al Cosmos a la tertulia con Maribel, Nemesio Barxa, Maximino Keyzán, Carlos Herrera... y asociados. Tarde para trabajar y, a la atardecida, ¡buf qué lío! El negro Enoque me citó a las 20 horas en su kiosco para sus viernes de caipirinha y música, los hermanos Jiménez Graña me han invitado a las 21.30 a la gala de boxeo que llevará su ring al Island Club en la Praza da Estrela; mi amigo el pintor Pablo Alonso "Mármol" a la exposición que inaugura a las ocho en la sala Ap'ostrophe del centro comercial Plaza Elíptica. Y mi admirado Alejandro Garrido, director de Ensamble Galería, me ha dejado dos entradas en la puerta del Museo del Mar, y no fallaré, para que vaya a ver cómo sus 60 músicos interpretan la Sexta en viva acción teatral. Dios mío, dame al menos el don de la ubicuidad, ya que no me diste inteligencia.

Los viernes de Enoque

Lo del brasileiro Enoque no tiene desperdicio. Ahora monta los viernes a las 8, en su kiosco de Montero Ríos/Elduayen, cerca del edificio de la Xunta, una atardecida de caipirinha y música con tapa de feixoada. Enoque José de Meneses, que así se llama, está acostumbrado a buscarse la vida desde que era niño de la calle en su Bahía natal, de donde debe haber heredado esa voz gritona, esa manía por cortejar a todas las mujeres y esa alegría interminable. Claro, yo le conocí cuando llegó a Galicia hace unos 15 años y hasta fui su padrino de boda en el Ayuntamiento vigués en 2005, día en que me apareció vestido de blanco impoluto a lo Julio Iglesias para contraste de su negra piel. El alcalde era Ventura Pérez Mariño y estaba en crisis. Luego le vi hacer de todo, incluso engordar, antes de tener este kiosco: trabajar en bares, colaborar en televisiones o en esos juegos de guerra con pelotas de colores ( paintball), vender camisetas diseñadas por él y hasta periódicos... Habla (muy alto) y ríe sin cesar y ahora podéis ir a sus viernes.

Los 18 añitos del Lobis

Nunca ha sido un restaurante de moda, ni falta que hace, el Bar Lobishome. El local de María Romero y Juan Torres siempre ha estado ahí, mejorando año a año como el buen vino. Y así cumple este 5 de agosto ya 18 años, y yo lo doy ahora por si me voy ese mes de vacaciones. Con la atención de Cristian y Juan tras la barra y con las dos Marías en la cocina, siempre renovada con productos de proximidad. Así el Lobis se ha ido superando poco a poco hasta convertirse en una referencia ahí, en Mantelas, a dos minutos de la Plaza de España. Me cuenta Luis Cortegoso que este año ya es mejor reservar con antelación si quieres ir a comer o cenar por allí, y es que cuando las cosas se hacen bien, no dependes de las modas.

Mondariz, el Cristo y Bueu

Llega agosto, carinhos meus. Yo, el 5, un día antes de ir a alumbrar al Cristo, tengo pregón en el Mondariz de Calís, o sea del alcalde Xoan Carlos Montes. Pero estoy viendo también el programa de ese festival Son Rías Baixas que comienza en Bueu el día 3 al ritmo del mejor rock, punk, rumba, rap, reggae, ska, dub, blues... Siempre es una disculpa para visitar La Viuda y saludar a Puri Graña y Paco Barreiro. O ir al restaurante que lleva su nombre y comer allí unas delicias de la ría.

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