Hay gente que es portadora de malas noticias: si fulanito está muriendo, si menganito tiene una enfermedad incurable, etc... Otros están con sensaciones equivocadas, afirmando que en Vigo la gente joven no va a la iglesia. Yo he vivido en estos días una realidad que es para estar optimista.

El 26 de junio que fue el aniversario de la muerte de san José María Escrivá de Balaguer, en la iglesia de Fátima, en una misa repleta hasta los topes, el 80% de la gente era menor de 45 años.

En el funeral de la gran Chiruca Vieira de Lloves en la iglesia de la Soledad en que don Alberto Cuevas hizo una semblanza de la calidad humana y caritativa de Chiruca, y la iglesia a rebosar había cientos de jóvenes en la gran escalinata porque dentro de la iglesia no había sitio.

Que en Vigo dentro de unos años estarán vacías las iglesias es una gran falacia. Hay una juventud de una enorme espiritualidad que reemplazará a las generaciones que irán a la casa del Padre Dios.

El sol nace siempre por las mañanas, aunque por los nubarrones aparezca apagado.

El cambio climático es una realidad, yo recuerdo que hace 60 años en Redondela, mi querido pueblo, donde nací, teníamos unos inviernos en los que empezaba a llover a principios de octubre y no dejaba de llover hasta mayo.

Que existe un cambio climático es evidente, la explicación es variada y abundante, ¿pueden ser ciclos? Yo puedo decir que he vivido este cambio climático.

Los casquetes polares de la Tierra se están derritiendo, sobre todo el del sur y el nivel del mar se está elevando.

No hay que tener miedo al futuro: Venecia se hace una gran parte de la vida a través de sus góndolas.

El hombre ha dejado en su gran mayoría de ser rural. Antiguamente los que trabajaban lo hacían en muy pocos días al año, preparaban las tierras, sembraban y esperaban muchos días para recoger y almacenar.

Los que eran ganaderos eran más dependientes de los animales y tenían que trabajar más.

En el mundo moderno se puede definir por el mundo del trabajo. La mujer trabaja en la empresa y en casa. El hombre ejecutivo se pasa más de doce horas en el trabajo, por lo menos en España, pues en Europa llega las 5 o 6 de la tarde y se cierra la oficina.

Debemos de cambiar de hábitos, no creo que los españoles seamos más torpes que los ingleses, franceses o alemanes.

Tenemos que cuidar la familia, al final lo único que es importante es tu mujer, tus hijos, tu familia y tus amigos. Que Dios nos dé sentidiño y que pongamos cada cosa en su sitio, y a todos nos irá mejor.

*Miembro del Club 55