Antonio Puig Gaite, el hombre que encarnaba la representación del Movimiento, sempiterno consejero nacional durante todo el franquismo, sufrió el 15 de junio de 1977 la derrota más dura de su trayectoria política en los cuarenta años contabilizados.

Alianza Popular fue una de las grandes perdedoras en aquellos comicios y arrastró consigo a buena parte de sus candidatos. Puig fue uno de ellos puesto que, contra pronóstico, no resultó elegido senador por Pontevedra. Además de dolorosa, su derrota tuvo algo de traición; al menos se interpretó así. Los tres senadores electos de UCD, con el médico pontevedrés Manuel Fontoira Surís (187.534) a la cabeza, cuadriplicaron en votos a Puig (44.146). Pero también otros candidatos como Valentín Paz Andrade (cuarto senador electo) o Gonzalo Adrio Barreiro obtuvieron veinte mil votos más. Puig renunció por imperativo legal a su cargo de vicepresidente de la Diputación, pero siguió como diputado provincial. Esa situación le permitió recuperar su puesto, aunque el PSOE puso el grito en el cielo. De cualquier forma, Puig ya no fue el mismo.