De las siete azules de Cangas, una no se izó hasta última hora del sábado (la de Melide), cuando se solucionaron los problemas con un generador eléctrico, y otra (Areamilla) no llegó a ondear, según explican fuentes municipales, porque dos de los socorristas que aprobaron las pruebas se dieron de baja a última hora y no dio tiempo a formalizar los contratos con los siguientes de la lista. Claro que pueden pasar cosas como esas, pero tienen razón en criticar el PP y algún usuario que llegaron a los arenales y se encontraron la enseña bajada y sin explicaciones. Eso sí, con el paño arriba o abajo, siguen siendo playas de bandera.