Ahora toca demostrar que no estamos ante un "bluf" que, en efecto, Marín puede afrontar el reto de convertirse en uno de los puertos más importantes del norte español y con ello dar a toda la comarca que lo sustenta geográficamente, un impulso económico como se merece, sobre todo, por el sacrificio de haber empeñado lo mejor de su línea costera urbana en aras a la instalación muelles y empresas que den ánimo a la economía de la zona. Está demostrado que las empresas han apostado por el riesgo, no en vano se traen grúas de gran potencia, se ubican empresas como las congeladoras que dan trabajo a cientos de personas (o miles en momentos puntuales), o se pone a flote una flota de remolcadores de gran potencia como los de AmareMarín que para sí los quisieran otros puertos y que aseguran la posibilidad de meter o sacar de la rada a cualquier buque por muy grande que sea. Fácil no va a ser porque, a los enemigos de fuera, hay que unir los del entorno que siguen, erre que erre, tratando de desmontar lo que es la principal área de empleo y riqueza de la zona, pero para eso está la decisión y la fuerza de voluntad de todos y cada uno de los agentes que configuran semejante área económica y laboral. Y es el momento de demostrar que aquí hay "músculo" capaz de consolidar al Puerto desoyendo otros ataques por aquello de que "ladran, luego?" Pues eso.
