Una vez más está de actualidad el castro de "Porteliña", debido a unas recientes excavaciones y puesta en valor de una nueva construcción, que parece ser, siempre según los expertos, que se trata de un almacén de grano. ¡Nada nuevo bajo el Sol! para los que fuimos discípulos del profesor don José Torres Martínez, ni nada nuevo para aquellos marinenses que recibieron sus enseñanzas, que transmitió con su gran cariño y amor por todo lo concerniente con nuestra villa, a la que él amó por encima de ninguna otra cosa. Hacemos éste pequeño comentario con la sana intención de puntualizar algunas afirmaciones que parece que se consolidan como auténticas, cuando no lo son exactamente y para transmitir a los marinenses la realidad de los hechos.
Y para ello empezaremos por decir que el castro de "Porteliña" o "Sividad" era conocido desde antiguo, ya que los lugareños de la Porterliña si lo conocían por noticias que se fueron pasando de generación en generación. Es también cierto que ni todos lo sabían ni esta información estuviera divulgada más allá de los moradores del lugar, pero eso no quiere decir que no se conociera.
Ahora bien, lo que si es cierto es que en la década de los años treinta del siglo pasado, el entonces maestro don José Torres, se dedicó a hacer una pequeña investigación, para comprobar su veracidad, que divulgó su existencia real, entre sus alumnos y discípulos.
Y así en su escuela y en su academia los alumnos hacían excursiones por todo el término municipal para enseñarles los restos prehistóricos al tiempo que les iba enseñando la historia de nuestra villa. Así visitamos dólmenes, grabados rupestres, ermitas, cruceros, pazos, iglesias, etc., etc. Y siempre dando una veraz y acertada explicación de cada uno. Así conocimos por ejemplo, el dolmen de "Chan de Armada", el "Laberinto de Mogor", la ermita "do Santo", la iglesia de Santome con su imagen románica, el pazo de "Cuadro", el crucero de Seixo, etc. Por ello, no es cierto que el castro de "Porteliña" lo descubriera Marín en 2011, ni otras afirmaciones que circulan por los "mentideros" de nuestra villa. El profesor Torres Martínez ya lo había divulgado en los años treinta, más tarde en una publicación reservada para el ayuntamiento en 1954, y en numerosos trabajos, y conferencias (Recreativo, Casino, Santa Cecilia, etc.), finalmente nos dejó un legado incalculable con la "La pequeña historia de Marín" de 1984. Esa es la verdad.
En cuanto a las excavaciones del castro, decir que nos alegramos infinitamente por poner en valor nuestro patrimonio, pero entendemos que lo más importante está por descubrir, pues un castro con doble recinto amurallado, debe entenderse que su población vivía dentro de las murallas. Por eso es necesario hacer unas excavaciones dentro del mismo, para sacar a la luz y poner en valor todo su potencial, aspecto que ya propusimos en las Jornadas Blanco Freijeiro" de hace unos años. Por lo tanto ¡ánimo y adelante!
