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La huida a las islas Cíes

Me levanto muy temprano para poder escribir esta columna, no dejar de ir al gimnasio para reprimir la expansión de mis carnes y poder estar antes de las 11 en la Estación Marítima, hora en que nos citó Emilio Monsonís, Templado Señor del Camping y Otras Hierbas. La verdad es que, antes, nos planteamos si ir a Santiago a la conferencia de Cristina Pato sobre "A industria cultural galega no horizonte 2025" junto a Margarita Ledo, Víctor Freixanes, Miquel de Moragas o Bernardo Díaz Nosty, que hablarían después, pero alguien dijo: ¿Y qué coño nos importa lo que pase en el 2025 dada nuestra aparatosa edad? Así que nos vamos a las Cies un puñado de varones a una comida que hacemos cada año en el restaurante del lugar (el de Emilio), poco más que unas navajas y un pulpo con patatas. Ayer, martes noche ¡( escribo el miércoles de mañanita) iba a adelantar esta columna pero salí a buscar pan para la cena a eso de las nueve y, como pasa en este barrio viejo vigués tan de moda, llegué a casa sin pan y a horas que ya no eran de cena. Están las terrazas tan pobladas que es imposible sobrevivir a ellas sin que nadie te líe en alguna. En la Plaza de la Constitución me encontré a Antón Cancela, emblemático DJ y Doblador Máximo de Galicia; en Triunfo a Jaime Capitán; en Palma a Loló Domínguez, Amparo y Sesi Pino; en Ballesta a Miro Carballo y Raquel Suárez ,Loli y Luis Perozo. Todo parece confabularse para que no vuelvas a casa a horas honestas.

Ahí, desde playa Ladeira

Escribo, por tanto, antes de embarcarme para las Cíes, esas islas en que alguna vez del siglo pasado desaprensivos negreros dejaron a emigrantes diciéndoles que ya habían llegado a las Américas. Desde las Cíes tendré una visión hermosa pero aún mejor la tendré a la vuelta, cuando vaya a una culinaria cita con Ramón Lojo, residente baionés, y otras gentes de honrado pero buen vivir en el restaurante Bahía Poniente, ahí descabalgando sobre la playa de Ladeira y junto al mismo camping. Daniel Iglesias me había dicho: "Vénte, coño, ya verás". Y comí ahí dos o tres veces, una con frai Fonseca Moretón, Veedor Mayor de Terras Gaudas, pero el verano pasado gocé un fin de semana en uno de sus madéricos bungalows sobre la playa y quedé maravillado de la espectacular vista de la bahía de Baiona e islas Cíes y ya no digo de la puesta de sol que me fui a ver desde la terraza del bar, más que nada por tener un gin tonic a mano, mientras un grupo cantaba "¿Y cómo es él?, ¿a qué dedica el tiempo libre?", de Perales.

Y el Bic mágico de Puhinger

Ni el vigués MM Puhinger, que dejó Citroën por el bolígrafo bic y es capaz con uno de ellos de dejarte boquiabierto con un retrato, sería capaz de captar la belleza de la ría, de Cíes a Ladeira. Pero si quieres comprobarlo, vete a la exposición de dibujos hiperrealistas en Silvia&Guy Estudio, en Plaza de Compostela 23, que inaugura el sábado a las 20 horas. Ya no es, cariños nuestros, que sean más o menos realistas, es que no sé cómo diantres lo consigue sirviéndose de un bolígrafo BIC pastel y Charcoa (carboncillo). Yo conocí su obra en la Juakina, que por cierto quedó en hacerme un retrato y hasta hoy, y ya no dejé de babear cada vez que la veo. Anotad en vuestra agenda: sábado, cita con un bic.

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