La comida es la dimensión cultural de la alimentación, un reflejo de cómo vivimos y pensamos. Por eso, no es de extrañar que la expresión "comida rápida", "fast food", naciera a mediados del siglo XX, cuando la prisa empezaba a convertirse en el paradigma de nuestro modo de vida. Pero nos está complicando la vida. Y hasta qué punto. Porque la sustitución de la dieta mediterránea tradicional por esa otra rica en grasa animal nos ha colocado a la cabeza en Europa como los más obesos. De ahí que, desde hace varios años, los expertos en nutrición insistan en que tenemos que aprender a comer. O sea, tener unos hábitos alimenticios saludables, conocer el valor calórico de los alimentos y, sobre todo, saber lo que comemos.

Por eso, señoras y señores, voy a compartir con ustedes las propiedades que tienen los siguientes alimentos, que, personalmente, me han parecido muy interesantes. Cáscaras de plátano. Son ricas en potasio y contienen más fibra soluble que la del plátano. La fibra soluble se ha demostrado que reduce el colesterol, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y el cáncer. También están llenas de triftófano, que aumenta los niveles de serotonina en el cuerpo y eleva el estado de ánimo. Contienen carotinoides y polifenoles que ayudan a mantener el sistema inmunológico bajo control. Piel de mango. Es rica en sustancias antioxidantes, así como compuestos saludables, incluyendo la manguiferina que tiene propiedades antiinflamatorias y antitumorales. Piel de cebolla. Tiene concentraciones de quercetina, pigmento que reduce la presión arterial y previene que las arterias se obstruyan. Se puede añadir a la cocción de sopas o guisados y luego retirarla, ya que ella, directamente, no es fácilmente comestible. Corteza de sandía. Contiene citrulina, aminoácido que ayuda a mejorar la circulación y estimular el sistema inmunológico. Nos ayuda a tener menos fatiga muscular, con lo cual podemos trabajar más tiempo y con mejor rendimiento. Piel de naranja y la parte blanca entre la cáscara y el fruto. Están llenas de proteínas, potasio, calcio riboflavina, vitamina C y A. También la cáscara tiene antioxidantes, incluyendo hesperidina, poderoso antiinflamatorio. Hojas de brócoli. Son ricas en vitamina A, C, calcio, proteínas y hierro. Hojas de apio. Contienen gran cantidad de fibra y grasas poliinsaturadas, que son las que ayudan a mejorar los niveles de colesterol. También magnesio, calcio y vitaminas C y E. Espero les hayan resultado tan interesantes como a mí.