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Juan José Millás.

No molestar

Como no somos muy listos, necesitamos ayuda. Para eso está, por ejemplo, el Tribunal Constitucional. ¿Tienes dudas acerca del significado de tal o cual artículo de la Carta Magna? Acudes a los jueces del TC y en dos, tres años, o cinco años, no sé, te lo aclaran. Como acabo de decir, no somos listos, pero tampoco somos tan bobos como para no haber comprendido en su momento que la amnistía fiscal de Montoro era una amnistía fiscal pensada para gente que siempre cae de pie porque tiene influencias. Sabíamos, como ahora nos confirman los sabios, que "supone la abdicación del Estado ante su obligación de hacer efectivo el deber de todos de concurrir al sostenimiento de los gastos". Quizá no habríamos sabido expresarlo de una forma tan clara (aunque habríamos evitado la rima entre dos palabras tan próximas, "abdicación" y "obligación"), pero en el fondo, aun sin utilizar palabra alguna, teníamos la seguridad de que se estaba premiando a los defraudadores y humillando por tanto a quienes por estas fechas cumplimos con nuestras obligaciones fiscales.

No somos muy inteligentes, ya digo, pero tampoco somos completamente idiotas. Significa que ya entonces, con varios años de adelanto sobre el Constitucional, nos pareció que con aquella amnistía se legitimaba la conducta de los evasores. No necesitamos darnos el tiempo que se han dado los jueces. Fue leer la noticia y decir: "Aquí hay gato encerrado". Y había gato encerrado, en efecto: el que acaba de liberar el TC. Lo de liberarlo es una forma de hablar, porque está muerto. No se puede tener a un bicho cinco años en un cajón, al menos que se trate del gato de Schrödinger, que era un animal teórico. Los de carne y hueso son menos resistentes. De hecho, la sentencia del Alto Tribunal no tendrá efecto alguno sobre los que "regularizaron" su situación. Afecta únicamente a la dignidad de quienes cumplimos y a la indignidad de Montoro, que debería dimitir.

Pero volvamos al asunto del principio. Hay cuestiones para las que no necesitamos la orientación de ningún sabio, y esta es una de ellas. Significa que deberíamos confiar más en nuestras intuiciones y no molestar a gente ocupada con nuestras inseguridades.

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