"No hay mayor desprecio que no hacer aprecio". Esta es la fórmula que emplea Sanidade cuando se le plantea un problema cualquiera, da igual que se hable de personal, de enfermos o de infraestructuras.
Las carencias de los centros de salud en O Salnés son un claro ejemplo de ello. El ambulatorio de San Roque es un horno en verano y una nevera en invierno, en el de Vilanova colocan "vendajes" en puertas y ventanas para que cierren; en A Illa nunca tienen un pediatra. Y así sucesivamente.¡Buff¡
El silencio es el cómplice perfecto para que todo continúe como siempre y retrasar actuaciones que deberían ser urgentes aunque impliquen una elevada inversión.
Vilagarcía, con 40.000 habitantes, tiene suficiente peso para reclamar la construcción de un nuevo ambulatorio, sea o no en la Casa del Mar. Pero para ello, los partidos deben ponerse de acuerdo y aportar cada uno la parte que le corresponde, a saber: el Ayuntamiento socialista los terrenos y la Consellería popular el dinero.
En Vilanova tampoco hay excusa. La situación es esperpéntica, más bien roza el ridículo cuando los profesionales tienen que llegar a tal grado de chapuza para protegerse de las inclemencias del tiempo.
En otros tiempos este tipo de denuncias harían reaccionar de inmediato a la administración mientras que a los directores xerales y al conselleiro se les caería la cara de vergüenza.
Pero ya no es así, ni mucho menos. Parece que estén orgullosos de que haya este tipo de problemas en los que se pone en juego el bienestar de muchas personas, tanto los profesionales que tienen que sufrir las correspondientes incomodidades a la hora de trabajar como los pacientes y familiares que les acompañan.
Luego pretenderán que el Hospital do Salnés no se sobrecargue en las Urgencias y que el enfermo atienda los prudentes consejos de acudir primero al centro de salud de referencia para el diagnóstico inicial.
Lógico que el ciudadano les responda: "¡Vaya usted primero¡, y luego me lo cuenta" pues ya tiene la experiencia de que en San Roque le subirá la fiebre y que en Vilanova,muy probablemente, se hayan quedado sin existencias de apósitos para las curas. SOS.
