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la mirada

Brindis al sol

| Diputados aforados . Caso Arena, Gürtel, Bankia, Campeón, Carioca, Pokémon, Lezo, Eres de Andalucía, Imelsa, Patos, Marea, Púnica, Taula... y la relación de casos de corrupción que en los últimos años han salpicado a los políticos no acaba ahí. Es más larga, tan larga, que en el último barómetro del CIS el 54% de los españoles apuntaba la corrupción y el fraude como uno de los tres principales problemas del país, y hay que regresar a enero de 2015 para encontrar un porcentaje tan alto. Los políticos lo saben, y por ello el miercoles en el pleno del Parlamento de Galicia se aprobó por unanimidad, y a iniciativa del PSdeG, una propuesta a favor de que los diputados dejen de ser aforados. El socialista Juan Díaz Villoslada justificó la reforma por "el desencanto" de la ciudadanía con los políticos "por la ola de corrupción". Todos los demás partidos sin excepción, PPdeG, En Marea y BNG, se sumaron. La propuesta está bien, pero no deja de ser un fuego de artificio, un brindis al sol de nuestros políticos para vender a los electores que están dispuestos a enmendar errores. Es solo apareciencia de cambio, un queda bien, pues para elminar los aforamientos hay que reformar el Estatuto de Autonomía, y esta revisión no está en agenda, ni se le espera. El miércoles no le pusieron fecha. El último intento de modernizar el Estatuto data del bipartito, exactamente hace diez años, y fue infructuoso. Entonces, tres partidos (PP, PSOE y BNG), no fueron capaces de ponerse de acuerdo. ¿Serían capaces ahora cuatro? Además, el Partido Popular, que es el que tiene mayoría absoluta en la Cámara autonómica, vincula la supresión de los aforamientos a que también se haga a nivel estatal. El más díficil todavía. ¿Por qué nuestros políticos pierden el tiempo y nos lo hacen perder con debates estériles que no llegan a buen tiempo? Si quieren dejar de ser aforados, que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se reúna con Luís Villares, Xoaquín Fernández Leiceaga y Ana Pontón, y juntos acuerden una reforma exprés del Estatuto de Autonomía con un solo punto: la eliminación de la condición de aforado de los diputados. Si José Luis Rodríguez Zapatero despachó en agosto de 2011 en diez minutos con Mariano Rajoy el primer cambio de la Constitución en 30 años para imponer un tope al déficit, y blindar la estabilidad presupuestaria, ¿no podrán los políticos gallegos reformar el Estatuto, cuando ya están de acuerdo en qué deben mudar? Además, a diferencia del verano de hace seis años, aquí la opinión pública estará de su lado. No será una medida impopular que les haga perder votos.

| Popular . "España tiene un sistema financiero sólido, de los más sólidos de Europa y podemos estar tranquilos ante cualquier eventualidad", proclamaba el viernes, 2 de junio, el portavoz del Gobierno de España, Íñigo Méndez de Vigo, preguntado por el hundimiento en bolsa del Banco Popular. Antes, en abril, el ministro de Economía, Luis de Guindos, declaraba que "la banca española está saneada y el Popular es solvente". ¿Puede un banco solvente valer solo un euro y que sus accionistas pierden toda su inversión? ¿Puede un banco que hace menos de un año había superado los test de estrés europeos ser vendido esta semana por el precio de un café?¿Qué estaban haciendo el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Bruselas para evitar llegar a esta situación? Que los políticos recuerden el episodio del Popular, cuando se pregunten por qué no remontan en las encuestas y por qué los electores desconfían de ellos. Se prevé un aluvión de demandas de accionistas tras perder su dinero. El drama de pequeños ahorradores recuerda demasiado al de los preferentistas y los demandantes de las cláusulas suelo. Para Galicia es una muy mala noticia que la primera vez que el BCE interviene un banco con las nuevas normas que llevan a pérdidas totales a sus accionistas y a los tenedores de deuda subordinada sea en el caso del Popular. Es preocupante la pérdida de competencia. La oferta bancaria en la comunidad se reduce a media docena de entidades. Habrá despidos, pues el Popular tiene 1.100 trabajadores en 200 oficinas que se solapan con las del Santandar en 115 concellos. Y la labor de la Fundación Barrié, del antiguo Banco Pastor, queda de nuevo en el aire. ¿Por qué habría de interesarle a Ana Botín mantener una fundación cuando ya tiene la suya propia?

| Donaciones . Ojalá España tuviera dinero suficiente para poder rechazar la donación de 290 equipos de alta tecnología en la lucha contra el cáncer que ha hecho Amancio Ortega por valor de 320 millones de euros. Ojalá tuviera el país recursos de sobra para invitar al dueño de Inditex a que fuese a regalar su dinero a países donde sí lo necesitasen porque en España no se precisa de su filantropía. Pero como no es el caso, y pensando en los enfermos de cáncer, en su drama para sortear las listas de espera e iniciar cuanto antes la lucha por la supervivencia, es difícil entender las críticas a la donación de Ortega.Desde el momento que los dona los mamógrafos digitales con tomosíntesis o los aceleradores lineales avanzados son 100% públicos, y además a caballo regalado no se le mira el diente.

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