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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El guion

Falta por saber cómo quedará el PSdeG tras las primarias

A estas horas, y cumplida la primera digestión -que ni será la última, ni mucho menos- de los resultados de sus primarias para la secretaría general, el PSOE parece otro. Lejos de la imagen pendenciera y dialécticamente asilvestrada -en las redes sociales más que en directo, eso sí-, se ha cumplido lo de que "en horas veinticuatro pasaron de las musas al teatro". Que en caso de la política obedece a un guion diríase que redactado por ursulinas en el que se predica el amor al prójimo, sobre todo si es del bando contrario, y un ferviente deseo de paz, unidad y fraternidad.

Se dice teatro porque los precedentes, en todos los partidos, han demostrado que lo es: los discursos preceden a la aplicación práctica del "¡vae victis!" latino, solo que los ganadores saben que esta vez, y con un congreso a la vuelta de la esquina, deben ir con más cuidado no sea que en lugar de un acto de aclamación pase a convertirse en un segundo round de resultado incierto. Y por eso hasta ahora la única cabeza caída ha sido la del portavoz del grupo parlamentario, que ha enviado su renuncia apenas un minuto antes de que lo cesara el nuevo mando.

En Galicia, donde el sanchismo -o lo que sea- demostró una solidez mucho mayor que la del PSdeG mismo en las elecciones generales y autonómicas, se abre, además de la incógnita global, otra acerca de quiénes serán las "víctimas", porque a pesar de todos los juramentos, la habrá más o menos visibles. Pero, a diferencia de en el PSOE, que ya tiene resuelto lo principal, aquí falta saber no sólo quién competirá por la secretaría xeral, sino todo lo demás, después de la inacción -que fue más bien una caza al acecho que le salió bien- de una gestora paralítica.

(Lo que en cualquier caso resulta inevitable, sobre todo entre los que llevan mucho tiempo esperando para ajustar cuentas, es que se extrapole lo imposible -pasar las cifras de una elección interna a otras externas- en casos muy concretos. Por ejemplo en el fracaso -porque lo es- de Abel Caballero en su apoyo pleno a Susana Díaz. Algo que le causará daños colaterales en la estructura del PSOE, pero no tiene por qué en las municipales, por ejemplo. Ahí podrían originar más desgaste sus cuitas con el Celta que las que lleguen con Pedro Sánchez, que llegarán.)

La cuestión, a partir de ahora, es saber cómo quedará el PSdeG -si sigue existiendo en la práctica- a nivel interno y externo, si tendrá la misma autonomía que otras federaciones socialistas, o la injerencia directa de Sánchez en las listas electorales -que se produjo, aunque ahora nadie lo recuerde, por inconveniente- o volverá a ser lo que fue tras la retirada de Emilio Pérez Touriño: una mera sucursal de Ferraz. Lo que, por cierto, tendrá efecto decisivo en posibles futuros pactos y con quién.

¿Eh??

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