Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una oferta deslumbrante

Crespones y crepes de seda natural o estampada de gran colorido; lanería de popelín, chester, royal y cashá; panas y terciopelos; edredones, mantas y cobertores; alfombras y echarpes; géneros blancos en cefiros, vichys, popelines y mahones; colchas de piqué, damasco, tisú, seda y satén; algodones y batistas; toallas y cojines; manteles y servilletas; jerséis, chaquetas y trajes; camisetas, medias y calcetines; géneros de punto y un sinfín de artículos más.

"El bello sexo está de enhorabuena. No podrá ya decirse en Pontevedra aquella consabida y frecuente frase: aquí no hay nada; nunca se encuentra nada. Desde ahora, en Almacenes Simeón hallarán de todo, bueno, bonito y barato?"

Este elocuente comentario escribió con bastante fundamento un cronista de la época tras comprobar la deslumbrante oferta que puso sobre sus amplios mostradores Almacenes Simeón tras abrir su nuevo comercio. Una página de periódico de gran tamaño detallaba en letra menuda una relación interminable de prendas y artículos a "precio fijo riguroso", en una publicidad nunca vista hasta entonces por estos pagos.

"Tenemos el gusto de comunicar al público en general -señalaba aquel anuncio- que al montar en Pontevedra una sección al detal seguiremos nuestra norma de negocio: vender mucho, con poco beneficio".

Y para todas aquellas señoras que no encontraban lo que pretendían o ansiaban entre tanto y tanto donde elegir, el nuevo establecimiento tenía una oferta terminante: "la casa se compromete a servir en el plazo de cuarenta y ocho horas cualquier demanda, por exigente que sea". Nadie daba más.

Compartir el artículo

stats