Sabemos que la evolución del déficit autonómico ha sido desigual entre Comunidades Autónomas. Lo que no se sabe tanto es que las estrategias y comportamientos de unos y otros han sido diferentes. Ha habido quien ha sufrido más por el lado de los ingresos y quien ha ajustado más el gasto. Y viceversa.
En un reciente trabajo publicado en la revista Mediterráneo Económico y en colaboración con el profesor Alberto Vaquero, se analiza esta diversidad. En síntesis, se pueden identificar cuatro grupos de Comunidades Autónomas. En primer lugar, las Comunidades Autónomas (CCAA) en las que los ingresos tuvieron un comportamiento mejor que la mediana y los gastos crecieron menos: Asturias, La Rioja y Comunidad de Madrid. En segundo lugar, las CCAA en las que los ingresos tuvieron un comportamiento mejor que la mediana, pero sus gastos aumentaron más: Cataluña, Canarias, País Vasco, Cantabria y Aragón. En tercer lugar, las Comunidades en las que los ingresos tuvieron un comportamiento peor, pero los gastos aumentaron menos o incluso cayeron: Baleares, Castilla y León, Galicia, Extremadura, Navarra y Andalucía. Finalmente, las autonomías en las que los ingresos cayeron más que la mediana y los gastos aumentaron por encima: Murcia, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana.
Las cinco Comunidades Autónomas con mayores problemas con el déficit se sitúan en el cuarto grupo (Murcia, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana), pero también en el primero (Cataluña) y en el tercero (Baleares). En sentido contrario, entre las CCAA que han registrado déficits más bajos, una aparece con un buen comportamiento relativo de gastos e ingresos (Comunidad de Madrid), otra que ha basado su consolidación fiscal en el ajuste del gasto (Galicia) y, finalmente, Canarias, cuyos ingresos son los que menos han caído.
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En definitiva, No solo existen trayectorias de déficit y deuda muy diferentes. También la dinámica de gastos e ingresos en cada territorio y los procesos de consolidación fiscal han seguido sendas diferenciadas. Se puede cumplir con el déficit en un escenario de caída significativa de ingresos; e incumplirlo con un comportamiento de la recaudación bueno en términos comparados.
Los dos gráficos adjuntos redundan en la evolución comparada de Galicia. La distancia entre las líneas en ambos casos mide el superávit (entre 205 y 2007) o déficit (desde 2008). Aunque los ingresos caen más en Galicia (año 2009 y 2011), el ajuste del gasto en ese trienio es sustancialmente superior al que hacen los demás. El arranque temprano de los recortes en el gasto es el factor fundamental que explica el cumplimiento de Galicia de los objetivos de déficit. A los gallegos no nos han regalado nada.
*Director de GEN (Universidad de Vigo)
