Faltan solo cinco días para que se cierre el plazo de inscripción para el concurso de Maios y embarcaciones y no parece que haya mucha promoción de la fiesta que es, desde el punto de vista cultural y tradicional, una, si no la que más, importante fiesta de Marín. Si se acude a la información en Internet del Ateneo, se puede comprobar como la nueva junta directiva de la asociación que hace más de sesenta años recuperó la tradición sosteniéndola con mayor o menor éxito o dificultad hasta hoy, ha decidido eliminar de las bases del concurso la concentración matinal de las agrupaciones señalando la obligación de presentarse a las 16,30 horas en la alameda y añadiendo "Podendo ter presencia nas rúas de Marín pola mañán se voluntariamente o desexan", solo faltaba que lo prohibieran. En mi opinión, visto así, la fiesta pierde una parte muy importante que se había conseguido institucionalizar como es el ambiente propio durante la mañana, ofreciendo el espectáculo de arte, color y canciones y facilitando al jurado la calificación con tranquilidad y sano debate de las construcciones, las coronas y las letras. Si lo que la organización quiere es facilitar que los maios de Marín prefieran ir a otros concursos foráneos por la mañana perjudicando la fiesta local, con esta incomprensible decisión lo van a conseguir y eso es andar para atrás, como el cangrejo. Una lástima y una metedura de pata lamentable.