Me fui a Tordesillas. Diréis qué se me perdía a mí en Tordesillas. Pues nada, que nunca estuve allí, que fue señorío de varias reinas y amantes reales y que está horadada con un subsuelo lleno de historias y bodegas. Tened cuidado los que vais a una cita de amor o de negocio discreta, clandestina, porque no hay sitio seguro. Yo estaba en un bar de la Plaza Mayor con un rubia peligrosa, lleno de amables paisanos tomando un vino de Toro y, justo cuando una nativa de facciones arabescas me pedía una firma a favor del Toro de Vega, oigo una voz que recita mi nombre. Me vuelvo raudo, sabiendo que no podía ser un acreedor mío porque nada debo a ninguna persona natural del mundo; ni un deudor porque los tengo pero éstos no te llaman. ¿Y quién era? Pues nada menos que Matías Marqués, ese ser cordial tan conocido por muchos de vosotros porque durante muchos años regentó en la Avenida Atlántida de Vigo ese bodegón Don Matías al que muchos habéis ido a beber y cantar. Matías, que sabéis que también es pintor, guitarrista y cantor, nos llevó a su casa, unos metros más allá de la Plaza Mayor y cerca de la de Juana la Loca y, si admiramos su taller de pintura y esa sala de ensayo en que prepara su primer concierto flamenco, nos arrebató aún más la bodega medieval con huellas mozárabes que tiene dos pisos abajo del suelo, que algunos conocéis. ¡Cómo vive el señor Marqués y qué vinos le adornan!
Veiga, Bandaáparte y maíz
Es una editorial andaluza que confía y edita a un gallego. Eso pasa con la novela que solo por el título merece ser comprada, Cuando el destino nos alcance el maíz seguirá creciendo, del pontevedrés JJM Veiga, que la editorial Bandaáparte le presenta hoy en la Librería Versus de Vigo (Venezuela, 80), a las 20 horas con el autor de cuerpo presente, amén. Hablé con Marga Suárez, fundadora junto a Antonio de Egipto y Pedro Peinado de esta joven editorial de irreductible espíritu aventurero y lúdico. En cuanto al autor de esta novela negra, es cosecha 1973 y se crió en una pequeña aldea pontevedresa que marcó su amor por la naturaleza, y desarrolló un profundo sentimiento ecologista. Es ingeniero de Montes
Un homenaje a Pepiño
Me entero, casi al mismo tiempo que él, que se le prepara un homenaje a Xosé González, "Pepe de Redondela", desde el colectivo Galeguizar Galicia. Será en una comida el viernes, 31, en el Castillo de Soutomaior, y yo no dudo de que será mucha gente la que vaya allí a arroparle porque Pepe ha hecho un trabajo ímprobo y constante que viene desarrollando desde hace muchísimos años, toda una vida, a favor de la defensa de la identidad gallega, ilusionando a muchas personas para hacerlas partícipes de sus propuestas de abrirle nuevos espacios de uso a lengua gallega. Seguro que a él le produce pudor leer esto pero ya no importa. Se ha enteradoantes de tiempo del homenaje y también debe saber que, incluso desde los que utilizamos habitualmente el castellano, se admira y reconoce la radical importancia de su labor.
