Con los tiempos que corren, sobre todo en el territorio político, una de las cuestiones más socorridas es la creación de comisiones de investigación. Y aunque no se cuestionen, y eso que sobre las mismas pesa la leyenda de que "si quieres que algo no se resuelva, monta una comisión", lo que en la mayoría de los casos queda en entredicho es su capacidad para actuar. Vamos, que una cosa es lo que se plasma en las conclusiones, que pueden ser más o menos contundentes, y otra muy diferente, es el recorrido que tiene a efectos de exigir responsabilidades, tanto a los que las cometen como a los que no fueron capaces, dentro de sus competencias, evitarlas. Eso que se llama el "in vigilando". La verdad es que a los ciudadanos les resulta bastante cansino escuchar lo de una comisión de investigación. Ellos lo tiene claro, y el mensaje que trasladan es real y demoledor: "pero si o final no pasa nada", para certificar la defunción de credibilidad con un "y sino, no te preocupes que lo arreglarán".
