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Sólo será un minuto

El vigilante de sueños

Beatriz: "Como me molan los juegos de palabras, ahí va uno: mis pesadillas se muerden la cola. Quiero decir: cada dos por tres noches se repite un sueño que, con ligeras variaciones, me lleva al mismo sitio. Digo: aferrada a una rama que impide que caiga al vacío. Y la rama, toma recochineo, está ardiendo. Es la primera vez que me pasa algo así. Tan absurdo que tiene su lógica. ¿Por qué sueño una y otra vez lo mismo y solo me despierto cuando las llamas llegan a mis dedos y debo elegir entre el fuego o la caída? Me ha costado dar con la razón pero creo que ya la tengo.

Mario. Oh, sí, el encantador de serpientes venenosas al que encontré en una selva de piernas. Había perdido una lentilla durante el baile en la boda de mi prima Asunción y... No, no contaré esa historia, es demasiado ridícula. El caso es que Mario y yo hicimos realidad ese viejo refrán que dice: las pieles opuestas se atraen. ¿Que no es un refrán? ¿Que no son pieles? Y a mí qué. Estoy lanzada en mi teoría y no me para nadie. El alcohol no te hace más gracioso o brillante, solo más pesado y aburrido si los demás no te acompañan. Aquella noche yo estaba medio borracha y Mario no. Pero con la consciencia a medio gas aún tengo capacidad suficiente para distinguir entre un baboso oportunista y un hombre oportuno. Terminamos hablando en el jardín del hotel hasta las tantas de la madrugada y por primera vez en mucho tiempo no vi la necesidad de ser lista haciéndome la tonta con un tipo. Y qué pasó. Que aquel encuentro detuvo mi caída libre. Más de dos años en el aire. Beatriz Cicatriz, me rebautizó él cuando le conté mi desastrosa experiencia como esposa, amante y exesposa y examante. No tiene gracia, mentí, porque sí la tenía. Martín es la rama. Arde. Está casado, tres hijos nada menos, y lo ha dejado con su amante. Y yo debo elegir. Fuego o abismo.

Mario aguarda mi decisión y espero que mis pesadillas se olviden de mí y se transformen en uno de esos sueños bondadosos que te mandan alguna clase de señal para que tomes una decisión. Pero no quiero correr el riesgo de que la rama se rompa antes de quemarme así que he decidido que esta noche Mario vigile mis sueños".

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