Cada vez que llega un 23 de febrero me asoma por segundos la memoria de aquel 23-F de 1981 en que, a eso de las seis y media de la tarde, oímos sonar la campanilla de alarma en la sala de teletipos y el grito del veterano Manolo Tourón, que estaba en ese momento en ella: ¡Han asaltado el congreso!, se le oyó decir y media redacción corrió hacia la sala en que esas máquinas anteriores a Internet que no conocen los periodistas de hoy vomitaban, como en temblequeo, una información entrecortada, imprecisa. Un gupo armado, disparos al aire, cámaras televisivas mirando hacia el techo, parlamentarios agachados en sus escaños... El libro Las linotipias del miedo, salido unos años antes de la mano del ourensano Alfonso Sobrado Palomares, parecía un título pensado para la noche que ese día se vivió en nuestros talleres. Aquella tarde, en FARO, los novatos nos mirábamos indecisos, los veteranos como Grondona o Manolo de la Fuente fumaban preocupados, quizás recordando tiempos vividos por ellos. Imposible olvidar aquel frenético día de trabajo en que no dormimos y el amigo Tourón me dijo al cambio de turno: "Métete en casa y por ahora no salgas, chaval". Un 23 F, hace ya 36 años.

La Cofradía de San Miércoles

Ayer, tras el Café Vigués de los Vigueses Distinguidos que tuvo como invitado al presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, me esperaba para tomar otro café en la terraza ruidosa del Castellanos Manuel Alonso Macías, con sus 82 años de elegancia indumentaria. Llegué allí con el fotógrafo de FARO Magar, felizmente jubilado, que bebió sin dejar de hablar un agua mineral; pasó después Gerardo González Martín y tomó una cerveza 00 comentando el libro de Macías sobre el Instituto Santa Irene, al cumplirse su 70 aniversario. Alonso Macías, que tiene una memoria de esponja y un humor de combate, se reúne todo los miércoles en un restaurante de Bembrive para hacer tertulia con otros siete de poso y peso, la Noble Cofradía de San Miércoles. Son Enrique Lloves (Gran Maestre), Ramón López Valcárcel, Antonio Vázquez, Bares, Tito Badía, Alberto Gayoso y Moncho Villot. Una tertulia llena de sabiduría de la vida: empresarial, educativa, periodística... por las profesiones que reúne, y hasta de memoria del Cable Inglés.

Marta querida, felicidades

¡Hola, Marta Villar, querida viguesa, felicidades por tu premio! Te escribo desde una casa que lleva tu sello decorativo, la huella de tu "arquitectura efímera", que así llamáis al trabajo que crea mundo interiores y que antes se llamaba decoración a secas. Felicidades por ese premio que te da la Asociación Galega del Audiovisual. Algunos conocimos esos momentos en que empezaste a volcarte en lo que parecía tu pasión: la dirección de arte en cine y televisión. Un trabajo anónimo pero imprescindible para crear un ambiente en cine o tele. ¡Y vaya historial que has hecho con pelis y series en la tele!