La infección crónica por el virus de la hepatitis C es un problema grave de salud pública que afectaba a aproximadamente 473.000 personas en España en el año 2013. La infección puede provocar cirrosis y cáncer hepático, y fue la responsable de más de 2.000 muertes anuales y del 36% de los trasplantes hepáticos en España.

En el año 2012 se aprobaron en España dos nuevos fármacos innovadores que, combinados con los anteriormente disponibles, permitían aumentar la curación de la hepatitis C hasta un 50-65% pero con muchos más efectos adversos graves, incluso mortales, que limitaban su utilización a un 20-30% de los pacientes. A pesar de estas limitaciones, en Galicia se realizó un gran esfuerzo por aplicar estos tratamientos pioneros, tanto por parte de los médicos como de los propios pacientes. Entre 2012 y principios del 2015 se trataron en Galicia 1.137 pacientes afectados de hepatitis C, lo que supuso un 99% de los tratamientos solicitados (en el 1% restante no se pudieron autorizar por motivos estrictamente clínicos). La fortaleza y solvencia de nuestra sanidad pública permitió afrontar este reto en el aspecto organizativo y económico.

Mientras tanto, entre 2014 y 2015 aparecen progresivamente 8 fármacos que, en diferentes combinaciones, suponen un cambio radical ya que permiten curar a más del 95% de los pacientes en 8-12 semanas y sin apenas efectos secundarios. Sin embargo, no se puede olvidar que la curación de la infección en pacientes que ya han desarrollado una cirrosis no implica curación de la cirrosis, por lo que no siempre se consigue evitar el riesgo de desarrollar complicaciones letales de la enfermedad. Muchos de los estudios científicos sobre la utilización de estos nuevos fármacos, sus indicaciones y sus combinaciones se fueron completando en la segunda mitad del 2014 y principios del 2015; por lo que la plena utilización de estos nuevos medicamentos casi milagrosos y sus beneficios no se producen hasta el 2015.

En ese momento el único inconveniente era el elevado coste del tratamiento. Para seguir afrontando el enorme reto que suponía la hepatitis C, y abordarla de forma homogénea y equitativa, en abril de 2015 el Ministerio de Sanidad implantó un plan estratégico integral y vinculante para las CCAA que fue pionero a nivel mundial. España se convirtió en el único país del mundo en el que los enfermos de hepatitis C podían recibir cualquiera de los antivirales orales aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, sin coste alguno para el paciente y con un nivel de acceso superior al de cualquier otro país de nuestro entorno. La envidia de Europa. Desde entonces se han tratado 65.000 pacientes en nuestro país (más de 3.800 en Galicia) y los resultados han sido espectaculares; por ejemplo en el Servicio de Digestivo de Pontevedra se han curado el 98% de unos 350 pacientes tratados desde 2015.

Los próximos retos en el tratamiento de la hepatitis C serán diagnosticar a los pacientes que desconocen que tienen la enfermedad, estimamos que son 6 de cada 10 de estos pacientes en nuestro país; y proporcionar estos nuevos tratamientos a todos los infectados. Solo así conseguiremos que la hepatitis C pase de ser una enfermedad temible a una enfermedad residual.

*Jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra. Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur. Vicesecretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH)