Hubo reunión en la planta noble del Concello de Cangas el lunes por la tarde-noche. Había políticos y técnicos que estudiaban cómo eludir determinado asunto que supondría un nuevo revés para las arcas municipales. Había luz en la planta, igual que otras muchas noches en las que se puede ver este fenómeno, que está lejos de ser un poltergeist, pero que debe ser estudiado como curiosidad, incluso como atractivo turístico. Luces que se encienden y apagan, luces que alumbran en la medianoche.

Y de morros

Y, mientras, Sotelo adalid de la democracia en Cangas, de morros porque perdió el Barça de sus amores. No, Si esto es un ¡sindios!, que diría Saza.